"Si todo fuera perfecto, jamás aprenderías y jamás crecerías."
-Beyoncé.
Quedamos de vernos en el parque Vailsburg a las 11 am, y ya es la 1. Me largo, voy a casa a almorzar algo y a hacer los deberes en vez de perder el tiempo.
~
*RIIIIIING RIIIIIIING*
Uggggh es mi celular, que me despertó de mi siesta con Thomas, por suerte para el, tiene un sueño profundo y el sonido del teléfono celular no lo despierta.
-¿Diga?
-¿Te apetece salir hoy? -es Nate.
-Tengo que cuidar a Thomas.
-Entonces ya voy para allá.
No me da tiempo de refutar y cuelga.
A la media hora está ahí, en la puerta de mi casa con bolsas de McDonalds.
-Perdona la demora, se que te encantan las hamburguesas y pues había fila.
-Ya almorcé.
-La puedes guardar para la cena.
-Ah, sigue. -y abro la puerta de par en par para que el pueda seguir.
-¿Qué estabas haciendo?
-Estaba durmiendo hasta que un imbécil me llamó.
-Oh, que imbécil debe ser esa persona ¿cierto? -dice con sarcasmo y yo le entrego una mirada arrugando el rabillo del ojo.
-¿Y por qué viniste?
-¿No puedo?
-Estaba durmiendo.
-Ya, pero actualmente no.
-Creí que estarías con tus amigos.
-Pero estoy aquí contigo. Eres mi amiga ¿no?
-No, mi hermano es tú amigo. Yo soy la hermana de tu amigo -blanqueo los ojos.
-Ya.
Se acomoda frente a la tv y la prende, como si esta fuera la casa en la cual creció.
-¡Oye! -empiezo a golpearlo con la almohada y él sigue el juego y no puedo evitar morirme de la risa.
Jamás había luchado a almohadazos con nadie y pues la experiencia es bastante agradable. Interrumpe Mikey, abriendo la puerta de un golpe con la nariz y la boca sangrando y una mirada de pocos amigos. Apenas ve a Nate lo agarra del cuello de la camisa y lo pega a la pared.
-¡Por tu culpa esos cabrones me golpearon! ¡Por tu culpa perdí el partido! ¡Por no ir! ¿Y todo por qué? ¡Por venir a coquetearle a mi hermana! ¡A mi hermanita! ¡Joder, cabrón! ¡Largate de aquí!
-Mikey... Calmate... -digo en un susurro, y él lo suelta, luego aprieta los puños y sube al segundo piso. Oigo como se cierra una puerta de un portazo.
-Lo siento, nos veremos luego ¿quizá mañana en la escuela? -pregunta.
-En la escuela será - y le ofrezco una sonrisa amistosa.
Subo las escaleras con una bolsa de hielo para el labio de Mike y golpeo la puerta de su habitación, al no escuchar respuesta la abro.
-Toma -se la paso.
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Silent.
Non-Fiction¿Sabes que duele? No poder compartir lo que sientes realmente con el mundo, ahogarte en tus mismos pensamientos creyendo que puedes cambiar cuando no es así.