Caminaba por las calles asta que lo vi recargado en la pared de una gran casa, camine un poco mas para poder observar a ese humano, un hermoso cabello castaño, piel algo bronceada y unos hermosos ojos azules fríos como el hielo, camine a su lado con la confianza de que no podría verme por el echo de ser un humano.
¿Qué tanto me mirabas?
Me pare en seco y helado a mirarlo.
A ti te estoy ablando jodido angelito.
¿Qué? ¿Cómo es que puede verme?
¿Que pasa? – respondí con horror en mi cara-
Se despego de la pared y pude apreciar como su cola se movía por detrás de el...( NO PUEDE SER!! UN DEMONIO)
CONTESTAME CHINGADO!! – grito enojado ahora frente a mi-
Na...na..nada.. – respondí sonrojado-
A mira nada mas tu sonrojo – acaricio mis mejillas y bajo asta mis labios pasando su dedo índice por ellos-
Me quede paralizado ante su tacto en mi, mientras me miraba fijamente a los ojos, azul y verde chocaron
Sonrío ampliamente mostrando sus colmillos – estas precioso, susurro en mi oreja-
Di un paso hacia atrás, lo...lo..lo...siento tengo que irme ya, me di media vuelta y el me abrazo por la espalda enrollando su cola en mi pierna derecha
Tus alas son muy bonitas sabias?
Me quede paralizado sintiendo su abrazo
Movió su mano a mi cintura y la metió en mi camiseta, acariciando mi pecho, de pronto mire hacia el cielo y tuve la fortaleza para despegarme de su agarre –abrí mis alas fuertemente y el se iso hacia atrás- y emprendí vuelo hacia mi casa..el cielo.
Agitado y sonrojado me senté en una nube a tranquilizarme, -serré los ojos fuertemente- y lo recordé a el ni siquiera se cual es su nombre y de igual no debería saberlo no lo volveré a ver, no debo volverlo a ver.