Bufanda Roja.

Capítulo IV "Código"

¡¡MALDITOOOO!!, ¡¡ERES UN MALDITOOO!!!, ¡¡¡TE MATAREEEE, JURÓ QUE TE MATAREEE!!!, ¿DÓNDE ESTAN?, ¡¡LOS NECESITO!!, ¡¡AYUDENMEEE!!, ¡¡PORFAVOOR!!, ¡¡AYUDENLA!!, ¡¡AYUDENLA!! ¡¡PORFAVOR!!, ¡¡ESTA MURIENDO!!, ¡¡DIOS ¿PORQUÉ ME HAS ABANDONADO?!!, ¿PORQUÉ ELLA?, ¿PORQUÉ?, NOOOO. ¡AHHH!....era sólo un sueño, el mismo de siempre, creí que ya lo habia superado, sigo viendo la cara de ese desgraciado hasta en mis sueños, pero...¿porque...estoy llorando?....creí que ya lo habia superado, creí que mi pasado no me seguiria al mudarme, odio este sentimiento, mi habitación, lucía como siempre, Hyakimaru habia saltado de mi cama, al parecer se habia quedado dormido conmigo, mi única compañia, y posteriormente se habia asustado con mis gritos, por esa maldita pesadilla, por el susto Hyakimaru tomando una pose defensiva, apunto de soltar un ataque, caminó hasta la puerta de mi habitación, la cual se encontraba abierta, un hábito que empecé a adoptar desde que me mudé aqui, después de una explosión que se originó en la casa de alado, una forma de escapar lo más rápido posible sin tener que detenerme por abrir una maldita puerta, me dispuse a prepararme algo de desayunar, y alimentar a mi compañero de melancolia, mi cocina de color negro y blanco, me trae recuerdos, cuando mi madre....cuando ella....ahh ¿porqué me atacan los recuerdos?, creo que necesito desahogarme con alguien, deberia visitar a Ricardo, hate tiempo que no lo visito, y haciendo memoria no he recibido llamada de él estos últimos dos dias, temó que le haya pasado algo, ire a darle una visita cuando acabe de desayunar. Las instalaciones de aquel edifício, lleno de desgracias,  estaba con una patrulla en la entrada, acudí al departamento de mi amigo, y lo encontré recostado en el frío suelo, rodeado por una cinta policial, con un disparo en la cabeza, su sangre se camuflaba con su alfombra, en su mano izquierda se encontraba un arma, una pistola MW11, no podia creerlo, mi primer amigo en mi vida, había muerto, pero aqui habia algo que los policias no sabían, Ricardo...era diestro, además de eso, su cuerpo parecia algo extraño, como si fuera...un...muñeco.

Sin lugar a dudas, esto era un asesinato, no habia dejado una nota ni nada parecido, a pesar de su alta fortaleza mental, no creía que se tratara de un suicidio, soliamos hablar sobre aquel tema en la secundaria, críticando y burlandonos de aquellos que lo hacian, ya que considerabamos débiles a los que se suicidaban, y al parecer sus palabras seguieron en pie, a pesar de la muerte de Alejandra, logró llevarlo bien, hasta su supuesta muerte, al recrear los actos, logré procesar una imagen clara de lo ocurrido, al revisar la puerta de entrada, vi que habian algunas huellas dactilares, pertenecientes a mi amigo, y a otras personas, a juzgar por los ligeros rastros de tierra de la alfombra, deduzco que andaban en la calle, posiblemente de un cementerio, ya que Ricardo acostumbraba limpiar la suela de sus zapatos constantemente, llevaba haciendo eso desde que un dia piso un chicle, y empezó a ensuciar el piso de su casa, a juzgar por los leves rastros, llevaban una suela deportiva, por lo que estos asesinos llevaban tenis, debido al ruido, Ricardo abrio la puerta con un muñeco con forma de él, la cuál habia mandado a hacer como decoración, enserio lo veía como alguien raro y estúpido creía que esa compra habia sido estúpido de su parte, pero ahora veo porque lo juszgue mal, los hombres iban armados, dispararon contra el muñeco pensando que era él, uno de ellos dejo su arma en su mano izquierda, y por la adrenalina no supo que eso era un muñeco, rápidamente escaparon sin mirar atras, si tan solo pudiera entrar a la habitación de Ricardo, para ver si dejo alguna pista y saber a dónde fue. Al decir estas palabras me llegó un mensaje a mi celular...No podia creerlo....era Ricardo...me había enviado, una seria de letras y números, y una foto de un calendario. 1,1 6,3 10,2 4,1 4,2 4,1 6,3 4,1. Al ver el mensaje, supe a dónde ir, sabia lo que me querias decir amigo mio, no te preocupes, ire a donde estas, y sabremos quien esta detras de todo esto.

Viajando hacia aquel lugar, recordé cuando mi amigo Ricardo me habló la última vez, era un domingo en la noche, estabamos haciendo una videollamada como de costumbre, estaba algo raro, solía hablar entre cortado, tomando en cuenta que me hablaba algo nervioso, y su actitud al hablar sonaba algo asustado, -¿Que pasa Richard?, le pregunté a mi amigo, te noto algo tenso. Ricardo reaccionó alterado, -ah nada nada, tomé mucho café en al mañana-, dijo Ricardo mientras veía ligeramente hacia arriba a la derecha, sabia que me estaba mintiendo, sobre el café era un código que teniamos, y era mi turno descurbir que me queria decir, -¿Que te parecen unas cervezas, vamos ala playa de Jacinto-, Ricardo entendio mi mensaje y me respondio, -Ahora no, tengo algo de trabajo que hacer, y podria tener problemas con mi jefe mañana-, estaba en problemas, muy bien lo sabia, -Ok no te preocupes, ¿quieres que vaya para ayudarte?, pregunté con cordialidad, -No claro que no, yo puedo encargarme de eso, no te preocupes-, eso solo queria decir una cosa, tenia controlada la situción, pero aún asi, podia confiarme de lo que pudiera  pasar.