Beautiful cotton head [jjk]

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Lleve comida a mi habitación y Tae paso a dejar otra tanta que había juntado. Saludó a Blei y ella lo abrazó agradeciéndole tiernamente. Antes de despedirse acordamos en reunirnos en la habitación de Namjoon más tarde.

Blei se había duchado y llevaba su vestido amarillo. Se sentó en la cama y de nuevo dibujaba los mismos garabatos en muchas hojas.

- ¿Tienes más hambre? - le pregunté.

- No. -

- ¿Qué significan tus dibujos? - me senté a su lado.

- Son sueños... es lo que sueño siempre. - al ver las hojas, solo había cosas sin sentido, al menos para mí no tenían ningún sentido.

- ¿Son sueños lindos? -

- Solo he tenido un sueño así. - la piel de sus mejillas y su frente se volvió ligeramente rosa. Busco entre todas las hojas y me mostró una, entre los garabatos había algunos trazos, pero en realidad no sé qué estaba viendo.

- ¿Con que soñaste? -

- Contigo. - como lo había hecho antes, de nuevo toco mis labios con sus dedos. Me miraba fijamente como esa vez que entre en su casa, pestañeando de prisa.

- No puede ser un buen sueño. - dije lo primero que se me ocurrió y ella sonrió.

- Nunca me habían besado... - ocultó el rostro entre su cabello, junto sus manos y sus pulgares se movían de forma nerviosa.

- No debí hacerlo... yo... -

- Mentiste... Yoongi dijo... -

- ¿Podrías no mencionarlo cuando estoy contigo? - quería salir e ir a golpearlo. - Lo siento, está mal que te hable así, pero detesto que digas su nombre. -

Ella escondió aún más su rostro.

- Jungkook, yo no entiendo nada de esto. - Cuando dijo eso me causo una inmensa ternura. Busque su mirada, pero se negaba a levantar su rostro. Así que tome de nuevo su cara entre mis manos para poder ver sus ojos grises.

- Yo tampoco entiendo esto, Blei... tú eres... - sus manos subieron para tomar la mías. No estaba intentando apartarlas, porque sentí como las acariciaba. - Tú... -

Y la besé.

Sus pequeños labios se movían despacio contra los míos, temblaban... La abracé y sus manos se aferraron a mi ropa. No quería mirarme, parecía estar avergonzada.

- Blei, mírame... ¿Sientes que está mal? -

- No sé qué es lo que siento. -

- Yo sí sé... sé que quería besarte porque me gustas. -

- ¿Está bien si me gustas? -

Dios...

- Eres... ¿te había dicho que eres muy dulce? -

- Algodón de azúcar. -

Me hizo sonreír. - Mírame, por favor... - dejó de esconder su rostro. - No voy a dejar que te lastimen de nuevo, voy a ayudarte... voy a hacerlo, confía en mí, pero solo en mí. -

Necesitaba besarla de nuevo y lo hice. Sus labios eran suaves, como su voz. Le pedí que me esperara mientras iba a hablar con mis amigos.

Encontré a Nam muy pensativo cuando entré en su habitación. Tae estaba sentado en el suelo, mirando unos libros de pintores famosos.

- Lamento haberte involucrado. -

- Lamentamos... - apunto Tae.

- Tu beca... es importante. -