Capítulo Primero.

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Las paredes grises y los techos blancos, ambos alumbrados por una luz blanca intensa que sale del tubo fluorescente tintineante, silencio absoluto, pasillos solitarios en los que hacía apenas 1 h estaban llenos de presos los cuales eran de por sí ruidosos, pero debido al toque de queda en Germersheim a las 7:00 pm todos los reclusos debían permanecer encerrados de nuevo en sus celdas para estar listos a la hora de la cena. 

Era hora de repartir las bandejas y el estómago ya sabía que tenía que comer por que rugía cual fiera, había sido un día duro y largo dentro de aquellas murallas de cemento, nunca era fácil enfrentarse a esas fieras, almas en pena que por lo único que se levantaban de la cama era por que si no lo hacía un chorro de manguera con agua a temperatura polo norte impactaría contra el cuerpo de aquellos pobres diablos encerrados, algunos por motivos poco creíbles y otros por pecados oscuros que ni dios los libraría a la hora de la muerte.

Louis sabía que día a día no podía bajar la guardia, cuando entró a la cárcel por primera vez no mostró ni un poco de miedo o cobardía, al contrario que eso, siempre mantuvo su cara sería y la mirada fría, pero todo era fachada, el sabía que si mostraba debilidad se lo comerían vivo en la cárcel. 

Mientras pensaba en sus cosas escuchó cómo se abrió la rejilla de la puerta de metal, dos manos rudas asomaron con la bandeja de comida y una voz gruesa dijo que la cogiera. Obviamente Louis la cogió sin queja alguna, tenía demasiada hambre como para rechistar o quejarse, así que la tomó con sus manos y se puso a comer sentado en la mesa que había en la celda.

Louis no compartía celda, la junta administrativa lo decidió así, sabiendo que era gay no querían que hubiera dramas, así que lo 'castigaron' por así decirlo con no ponerle compañero. Pero no le molestaba ni lo más mínimo, la soledad es algo que Louis agradece, aunque a veces se vuelva en su contra.

Esa noche se acostó pronto en su incómoda cama, leyó un par de capítulos de la novela que ya había leído más de 10 veces y se quedó profundamente dormido después de pensar en que haría a la mañana siguiente.

Al día siguiente:

Harry estaba en su turno de guardia en el comedor, todo iba bien, pero de repente un novato chocó contra un hombre alto, musculoso y tatuado hasta los párpados. En ese momento Harry supo que le tocaría actuar por primera vez en 2 semanas, ya que al inicio el estaba en camaras, ahora venía acción y no sabía que iba a pasar.

De un momento a otro el preso musculoso tenía cogido de la cabeza al mas pequeño, Harry no dudó en sacar la porra y acercarse a separarlos, pero justo cuando iba a intervenir, un preso de estatura no muy alta, con ojos azules, barba de un par de dias, flequillo y andar firme intervino antes de que Harry abriera la boca.

-Venga Jason, sabes que el novato fué marcado ayer- le levanta la manga al preso pequeño, en la muñeca tenía tatuada una sonrisa donde en vez de ojos tenía aspas- Sabes que no puedes tocar a los mios o...-se hizo el silencio, Harry estaba mirando el tatuaje pero en cuanto el de los ojos azules dejó de hablar, en ese momento Harry se dió cuenta de que lo estaban mirando los tres.

-Teneis que venir los tres conmigo.-Dijo Harry aclarándose la garganta- tengo que dar parte de la disputa.-

-Venga ya, si no a pasado nada, estamos simplemente hablando- dijo el musculoso llamado Jason, mirando al preso mas pequeño y al del flequillo- No es así Tomlinson?-

-Totalmente Prinston- manteniendo la mirada al preso grande.- No es necesario ir a ningún lado ... este- duda mirando la chapa donde se ubica el apellido de Harry- Styles.

-Conmigo, ahora. No me hagáis hacerlo por las malas, reclusos.- Dice serio a la vez que guarda la porra. 

Rebufando se fueron los tres acompañando al funcionario Styles, llegaron a administración, Harry dijo los nombres de los reclusos y lo que había pasado, aunque no dio el nombre de Tomlinson, solo dijo que el recluso Jason Prinston y un compañero novato habían tenido un encuentro en el comedor desafortunado.

Tras dar parte de la incidencia les dijo a los reclusos que fueran al patio junto a todos los demás presos. Harry salió tras ellos y apoyado en la verja sacó un cigarrillo de su pantalón, se lo encendió y le dio una calada profunda. No había tenido oportunidad de intervenir en la pelea, ni si quiera un poco, eso lo dejaba chafado, necesitaba comprobar si estaba preparado para asumir una pelea.

El preso Tomlinson se apoyó la espalda en al verja  al lado de el hoyuelos mientras sacaba un cigarrillo de liar y lo prendía, le dio  una calada al cigarro y soltó el humo, inmediatamente comenzó una conversación.

-tengo una duda para ti, Styles.-

-No me tutees Tomlinson- dijo mientras fumaba sin mirarlo.

-Por que no me pusiste en el parte?- dijo mirándolo fijamente.

Styles casi se ahoga, pero mantiene las formas ante el recluso- Eso no te incumbe- 

-claro que si, ningún casco nos defiende, nunca, pero tú no me has puesto en el parte.-

-tengo cosas que hacer, si tienes algún problema con mi comportamiento abre un parte en administración, adiós Tomlinson.- Dice tirando el cigarro al suelo, chafándolo y entrando por la puerta de la carel.

- Nos vemos, Styles- mira como se va Harry mientras se mueve hacía el centro del patio.



Espósame. {Larry Stylinson}Where stories live. Discover now