Uno

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Pestañé continuas veces al abrir los ojos, dándoles unos segundos para ajustarse a la luz que comenzó a entrar a través de la brecha en las cortinas. Gimiendo en voz alta, limpié con mis dedos suavemente mis cansados ojos, quitando el sueño presente. Miré hacia la chimenea y sonreí hacia Gingerbread,mi gato obeso, acostado a mi lado. Debo haberme quedado dormida mientras veía 'The nothebook' como muestra el menú en mi TV. Me senté, extendiendo los brazos a un lado y bostezando. Dormir en el sofá era una mala idea, definitivamente no es cómodo.

 Mi cuello crujió y uno de mis hombros dolía.

Lentamente me levanté, tratando de impedir el mareo en el proceso. Entré en la cocina y abrí el refrigerador para revelar mi desayuno, No hay nada. La nevera estaba vacía; Se me ha olvidado ir de compras en el fin de semana. Mierd* murmuré a mí misma, busqué alrededor de la cocina por algo, cualquier cosa comestible.

Sin suerte bufé, abriendo un armario y tomando la comida del gato.

Coloqué unas galletas de gato en un tazón y luego lo puse en el piso. Gingerbread, siendo tan floja como es, caminó lentamente hacia el recipiente y comenzó a comer su comida. Me juré a mí misma que esta sería la primera y última vez que estaría celosa de un gato.

Corrí a mi habitación, cambiándome a unos leggings y una camiseta 'Obey'.

Tomé mi ondulado y oscuro cabello en un moño desordenado. Me puse un par de rasgados convers sobre mis pies y caminé hacia fuera de mi habitación. Agarré las llaves del colgador de la cocina y salí de mi apartamento, bloqueo de la puerta detrás de mí. Mientras bajaba la escalera de madera, sonreí a la poca gente que pasaba en mi camino hacia abajo. Llegué a la parte inferior de la escalera y caminé por el vestíbulo.

Sonreía mientras veía pasaba a una mujer de edad alrededor de sus treinta y un niño que parecía de mi edad. Era increíblemente guapo. Y hubiera apostado que tenía chicas colgando en él a dondequiera que iba.

La señora me sonrió de vuelta con gusto y el niño sólo miraba, casi como si estuviera mirando a través de mí. Ella sostuvo su mano y le dio un apretón, haciendo que me sonría de vuelta. Le di una última sonrisa y seguí caminando hacia fuera. La brisa fresca al instante me golpeó mientras caminaba fuera de la puerta, mi cabello largo y castaño se movía por sobre mi hombro izquierdo debido al fuerte viento. Comprobé si venían autos hacia la izquierda y derecha antes de correr a través de la carretera y la acera al otro lado.

Esquivé los grandes charcos en el pavimento y caminé casualmente hacia el supermercado. Tomé la cesta de compras más cercana y comencé a buscar lo que necesitaba. Llevé leche, cereales, pan, mantequilla, frutas, verduras, refrescos, etc.. Llené la cesta y me dirigí a las cajas registradoras, esperé unos pocos minutos y luego me tocó a mí. Sonreí a la señora y agarré las bolsas, dos en cada mano. Salí de la tienda e hice exactamente el mismo camino que había hecho antes; comprobé ambos lados de la carretera por si venían coches.  

Una vez que había cruzado el camino, le sonreí al hombre de la puerta con aspecto rechoncho, Henry, quien la devolvió con gusto a hacia mí.

"Señorita Mayers" asintió amablemente, teniendo en cuenta que esto era realmente un bloque de apartamentos, el personal era increíble.

Nos tratan como residentes de un elegante hotel.

"Hola Henry" sonrío casualmente.

Me abrió la puerta y entré en el vestíbulo diciendo un casi inaudible "Gracias". Vi a la señora de antes en el escritorio, esperando la llave de su habitación.

"Habitación número 23" dijo la señora en el escritorio, le entregó la llave y numerosos papeles. La señora dijo gracias y miró a su alrededor para cualquier número indicando dónde puede ser el cuarto 23.

 "Hola", le dije, capturé la atención de la señora y sonrió hacia mí. "Tu habitación está junto a la mía, te puedo mostrar dónde ir, si quieres" ,mi habitación era la número 22 así que éramos básicamente vecinos. Estos apartamentos eran diferentes a los demás y me tomó un tiempo para acostumbrarme; Básicamente es como un hotel. Con los números de habitación y el hombre de la puerta; y el del vestíbulo etc..

 "oh, sí por favor". Ella dijo, poniendo las llaves de su habitación en su ocupada  mano. Sostuvo su mano hacia mí, y suavemente dejé caer dos bolsas en el piso de mármol y estreché su mano.

"Patty" se presentó ella misma;

"Courtney" dije sonriendo cálidamente a lo que ella respondió con lo mismo. Quitamos las manos de nuestro agarre y tomé las bolsas que había dejado en el suelo.

 "Por este camino" dije señalandole un elevador que sólo uso cuando voy de compras.

Hay seis pisos, uno de ellos es el vestíbulo. Yo estaba en el segundo piso por lo que estaba contenta ya que tengo menos problemas para subir las escaleras.

Ambos entramos en el ascensor , y apreté el botón rojo para nuestro piso.

"Entonces, ¿era su hijo con el que estabas antes?" Le pregunté cortésmente, tratando de iniciar una conversación.

"¡Oh Dios sí!" Pattie exclamó: "Estoy segura que te va a encantar él, cariño" ella dijo, sonriéndome en completa adoración. Ojalá tuviera un asombroso vínculo con mis padres, pero decidieron que no era lo suficientemente bueno para ellos, una vez me compararon con mi 'hermana'. Digamos que no aprobaban la manera en la que me vestía, hablaba, vivía. Siempre pensé que me odiaban, como si fuera una carga para ellos.

De todas formas, pronto mis sospechas se cumplieron cuando me dieron una semana para encontrar un lugar para quedarme, y una vez que lo tuve cortaron todas las formas de contacto. Ahora, no tengo idea donde viven. No son mi familia, sólo un puñado de recuerdos perdidos. Pft, suena tan cursi. Pero para ser honesto, no les echo de menos, sólo echo de menos ser capaz de llamar a alguien, papá o mamá.

"Estoy segura que lo haré" dije, realmente esperaba que pudiéramos conocernos. Necesitaba un amigo, no he tenido un amigo desde que me fui de casa; no tenía a nadie excepto por Gingerbread, mi gato que lo único que hace es comer. Sueno como una chica tan triste y aburrida, con nadie con quien hablar.

"Pero, Courtney. Tienes que saber que está ciego" dijo, dándome un mirada comprensiva. ¿Entonces, es ciego como, no puede ver? Dios mío. Tragué; Nunca había interactuado con una persona ciega o sorda. ¿Qué haría? Creo que, ¿actuar normal?

"Estoy segura que no le importaría que te diga, pero nació ciego" dijo que su estado de ánimo titubeante. Todavía se las arregló para presentar una esmirriada sonrisa.

Abrieron las puertas de ascensor y salí, mostrando Pattie a su habitación. "Gracias cariño, ¿quieres entrar?" preguntó amablemente, mientras sostenía la perilla de la puerta lista para entrar.

Pensando en su generosa oferta por un momento, decidí negarme.

"Me encantaría pero debo desempacar" dije mostrando las cuatro bolsas de compras en mis manos, rodeando mis cansados ojos.

"Ah, sí por supuesto cariño. Bueno nos vemos más tarde entonces. Gracias" dijo, sonriendo y caminando a su habitación. Yo hice lo mismo.




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