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Mis bellas olas, cada vez que las miro suelto un suspiro.
En mi cabeza todavía ronda una pregunta de la cuál estaba esperando tu respuesta.
¿Porque me traes tanta tranquilidad, cada vez que te miro, cada vez que caminó por tu lado, cada vez que estoy sola pero en tu compañía?
Caminando sobre la arena espere tu respuesta, pero no fue necesaria porque por fin la habia encontrado.
Tu me traes tanta tranquilidad porque puedo correr, saltar, cantar y bailar libre junto a ti. Es como correr una maratón y cuando cruzo la meta el premió es no tener que preocuparme por lo que digan los demás, por mi trabajo y por la vida.
Por favor, para el tiempo, así puedo seguir contemplando la mágica belleza de tu naturaleza.

Tatiana M. Rufinato.

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