Prólogo (Parte 1)

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(Redacción: Christian Green Padre.)

Dios Santo... estoy tan enamorado... Hoy después de 5 años de noviazgo al fin le pediré que sea mi esposa.. Fue toda una historia de amor la nuestra, quisiera abrazarla en éste momento... es mi mayor anhelo tenerla siempre al despertar, al lado mío y mirar su tierno rostro sin sus enormes gafas de fondo de botella... aún recuerdo cuando la conocí...

(Flashback)

Era una tarde muy bonita, me encontraba con un grupo de amigos con los que pasaba los días de pascua, estábamos fuera de los salones donde íbamos a escuchar hermosas historias sobre la vida y espiritualidad, era una escuela grande que abría sus puertas a los jóvenes durante semanas vacacionales para realizar eventos religiosos en su mayorías, me gustaba el camino por el que mis amigos y yo estabamos creciendo, ninguno se "descarrilaba" como decía mi mamá, inclusive ella los quería a todos, cuando llegaba a casa solo, hasta me preguntaba porque no había invitado a Santi (mi mejor amigo) o a cualquiera de los chicos, ella enserio los quería como si fueran sus propios hijos, siempre estaba preparada para dar de comer a un pelotón entero, y era raro que no fuera asi, todos éramos muy buenos amigos, siempre asistíamos a los grupos juveniles, nos divertíamos mucho y cada año conocíamos gente nueva,
Cuando estaba esperando que Santi llegara alguien me empujó y lo primero que pensé es que había sido él, por lo que me giré rápidamente -Qué onda Sant...- hablé muy pronto, pero de inmediato me corregí al ver que no era quien esperaba,  a mi lado estaba una chica algo "norteada", no podía ver más allá de esas enormes gafas que cubrían más de la mitad de su rostro.-oh lo siento... ¡Hola!-

-¿Hola?-dijo con algo de molestia en su voz y extrañamente al escucharla me sentí distinto, pero hice lo posible por qué no lo notara. Ella vestía un pantalón de vestir y zapatillas de tela muy gastadas, tenía un libro entre sus manos y su latga cabellera tranzada cayendo sobre cu clavícula, mientras que yo usaba unos pantalones mezclilla, tenis y una playera azul oscuro con la leyenda "¡Cristo Vive!" en el pecho. Mi cabello estaba desordenado pero no importaba mucho, parecía atraerle a las chicas, Sonreí y mire sus ojos claros a través de los espejuelos de gran grosor. Y
Después de breves segundos ella rompió el silencio entre nosotros.

-Eres Christian ¿no?-cuando dijo mi nombre algo paso dentro de mi pecho y la corregí al instante

-Solo Chris-

-Chrisss.-alargó la "s"- emm.. Disculpa mi torpeza, Ah... No prestaba atención.- la manera en que dijo mi nombre (ahora más corto) trazó un pequeño escalofrío a lo largo de mi columna, no le di mucha importancia

-¿Y tú eres? Sonreí con educación

-Soy Clary.

(Fin del flashback)

Ella era todo para mí... y lo sigue siendo.

Sentía esta clase de cosquilleo en mi estómago y mis manos comenzaban a sudar, sabía que pronto regresaría lo que acababa de comer, me acercaba poco a poco a su casa y los nervios me comían entero,  cuando me acerqué a su puerta hice un repiqueteo con la mano pero el sonido fue apenas audible, sentía un nudo en mi garganta que no me dejaba hablar, previamente había tenido “la charla” con su padre entonces sabía que quien abriría la puerta sería…

-¡Hola!

Tan pronto mi vio se tomó de mi cuello e interrumpió mis pensamientos, aunque la verdad no me importaba, es hermosa, su cabello tenía su clásico aroma dulce, enterré mi cabeza entre algunos mechones que caían sobre sus hombros y llené mis pulmones de su fresca fragancia,  no necesitaba una sola gota de maquillaje, es perfecta.
No quería perder más el tiempo, la quería en mi vida para siempre, quería tener la completa seguridad de que estaríamos juntos toda la vida, y aunque no necesitaba de un papel para saber que yo sería completamente suyo, quería ser lo más especial posible solamente por ella, así que preparé una rica cena (con ayuda mi madre) quería una cena romántica bajo las estrellas, imitar las películas que tanto le gustaban a mi Clary, hasta mis hermanos me ayudaron con mi plan y en el techo de mi casa hemos puesto una mesa, veladoras y pétalos de rosa. No sé mucho sobre romanticismo pero mi hermana me ayudó bastante con eso.

Paredes Blancas (Extended Version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora