Amelia
Todos nos cambiamos la ropa de la fiesta por la que Hermione nos había traído, después de eso comenzamos a caminar otra vez, hasta que llegamos a las puerta de una cafetería, optamos por entrar pues sabíamos que teníamos que idear un plan rápidamente.
—Los invitados de la boda.—Susurra Harry.—Tenemos que regresar.—Dice mientras tomábamos asiento en una de las mesas.
—¿Qué? No podemos hacer eso.—Le dice Ron.
—Harry, te están buscando.—Digo.
—Ellos tienen razón.—Dice Hermione mientras veía como la empleada de la cafetería se acercaba.
—¿Café?—Pregunta la mesera.
—Un capuchino, por favor.—Contesta Hermione.
—¿Tú?—Le pregunta ahora a Ron. El cual quedó confundido pues no sabía con exactitud qué decir.
—Lo mismo que ella ordenó.—Dice Ron finalmente.
A Harry y a mi solamente nos dedicó una mirada para que dijéramos lo que queríamos ordenar, Harry me volteó a ver, sin embargo estaba distraída viendo fuera del local, pues habían unos tipos que se veían sospechosos.
—Queremos lo mismo.—Menciona Harry rápidamente. La empleada se fue de nuevo a la cocina dejándonos solos otra vez.
—¿Y si vamos al Caldero Chorreante?—Pregunta Ron.
—Es muy peligroso.—Contesta Hermione.
—Si Voldemort tomó el Ministerio no hay ningún seguro.—Menciono.
—Todas las personas de la boda se van a tener que esconder.—Dice Hermione preocupada.
—Dejé todas mis cosas en la Madriguera.—Comenta Harry.
—No creo que haya sido así.—Le contesta Hermione señalando su bolso.
—¿Es enserio?—Pregunta Harry sorprendido.
—Hace días guardé todo lo necesario.—Menciona.
Pude ver como los tipos que estaban fuera del local entraban, aunque a un paso muy lento. Tomé la mano de Harry y le di un ligero apretón, dándole una señal de alerta ante los tipos que entraron.
—Estos pantalones no me gustan.—Dice Ron. Ambos tipos sacaron algo.
—¡Agáchense!—Grita Harry alertando a Hermione y a Ron. Solo fue cuestión de unos segundos para que un hechizo cayera en la mesa donde estábamos.—¡Desmaius!
Eran mortífagos, sus ataques eran más rápidos debido a que usaban magia no verbal. Me refugié detrás de una de las mesas que se habían volteado. Pude ver como gracias a los hechizos que Harry, Hermione y Ron lanzaban los mortífagos tuvieron que refugiarse detrás del mostrador del lugar, solamente se dejaban ver cuando iban a lanzar algún hechizo.
No podía atacar a los mortífagos, si lo hacía la farsa que Draco y yo habíamos dicho quedaría expuesta.
—¡Petrificus totalus!—Menciona Hermione logrando darle al único de los mortífagos restantes. Justo en ese momento la empleada salió de la cocina, encontrándose con todo el local destrozado.—Vete, ¡que te vayas!—Dice desesperada. La empleada sólo dio media vuelta y volvió a la cocina.
—Hay que bajar las persianas, apaguen las luces.—Ordena Harry.
Ron sacó su desiluminador y lo abrió, dejando el lugar oscuro, lo único que había dejado con luz era una lámpara que se encontraba cerca de los mortífagos. Hermione y yo caminamos hacía las únicas dos ventanas que habían para poder bajar las persianas.
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Mi luz en la oscuridad 3 || Harry Potter
FanfictionHarry y sus amigos seguían con la búsqueda de Amelia y de los horrocruxes, pero para poder avanzar en ambas necesitaban desprenderse de cosas, o de personas. ¿Realmente estaban dispuestos a aceptar el precio que esta gran búsqueda implicaba? Su búsq...