Mi luz en la oscuridad 3 || Harry Potter

8

Amelia

Llevábamos varios días caminando y acampando en varios lugares, intentamos buscar más pistas sobre los horrocruxes y cómo destruir el que ya teníamos, pero parecía que todo era en vano, ya que no habíamos conseguido nada.

Los cuatro estábamos en la tienda, Ron estaba acostado en una de las camas, solo veía el techo pensativo, Hermione y Harry estaban en el espacio central de la tienda pues Hermione le estaba cortando el cabello a Harry, ya que la última vez que yo lo hice no salió muy bien. Estaba sentada en una de las camas leyendo.

No había encontrado nada que sirviera, hasta que un poco después de la mitad del libro me encontré con unas hojas de pergamino, las cuales tenían información escrita a mano, toda la información era referente a la espada de Godric Gryffindor.

Rápidamente me puse de pie y avancé hasta donde estaban Harry y Hermione.

—Oh por Dios.—Digo caminando hacía la mesa.

—¿Qué?—Pregunta Harry asustado mientras pasaba sus manos por su cabello.

—Miren esto, la espada de Gryffindor fue hecha por duendes.—Menciono.—Las únicas cosas que no le hacen daño a la espada es el polvo y el óxido. La espada sólo absorbe cosas más fuertes.

—Ajá.—Dice confundido.

—Anteriormente la espada ya destruyó un horrocrux.—Le digo.

—Pero fue un colmillo de basilisco lo que lo destruyó.—Contesta sentándose junto a mi en la mesa mientras leía la información.

—Pero tú me dijiste que la espada dañó directamente al basilisco, por ello debe haber quedado impregnada de su veneno.—Explico.

—La espada absorbe solo lo que la hace más fuerte.—Menciona.

—¡Exacto!

—Es por eso...—Menciona Hermione comprendiendo la información.

—Que puede destruir horrocruxes.—Contesta Harry.

—Esa debe ser la razón por la que Dumbledore te la dejó como parte de su herencia.—Menciona Hermione.

—Eres brillante.—Me dice Harry.-Lo juro.

—Solo se necesita lógica.—Contesto.

—Logras ver más allá de los detalles externos.—Comenta Hermione sentándose frente a mí y tomando el libro.—Así percibes lo que otras personas no.

—Sólo que hay un problema con todo esto.—Menciona Harry.

Sin embargo, la luz de nuestra lámpara se fue, hasta que entre la oscuridad pude ver a Ron parado frente a la mesa, después de eso abrió su desiluminador y regresó la luz.

—Robaron la espada.—Comenta Ron.—Aunque no lo crean todavía estoy aquí, pero no se preocupen, continúen, no quiero ser el causante que arruine su diversión.—Dice con rencor.

—¿Estás bien? ¿Qué te pasa?—Le pregunta Harry.

—No me pasa nada, al menos eso es lo que piensan tú y Hermione.—Contesta Ron.

—Si tienes algo que decir será mejor que lo hagas ahora.—Dice Ron.

—Bien, pero no pienses que estoy agradecido porque ahora tenemos otra maldita cosa que buscar.

—Cuando aceptaste venir era porque sabías lo que estábamos haciendo.

—Yo también creí saberlo.—Dice Ron soltando una risa sarcástica.

—No entiendo que parte de esto no cumple tus expectativas, ¿acaso llegaste a creer que estaríamos en un hotel de cinco estrellas? ¿Que lograríamos encontrar horrocruxes todos los días?—Menciona Harry poniéndose de pie.—¿Que lograrías volver con tu madre para pasar navidad?