Eremika | Conviértete en Humano (2da Temporada)

Aquél día, hace cinco años.

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Érase una vez, en una tierra alejada de todo lo demás, un pequeño pueblo de humanos los cuales vivían tristemente sus días encerrados entre murallas gigantescas. Un día la aburrida y deprimente paz de los habitantes se transformó en un frenético y doloroso hecho el cual dejó un recordatorio muy amargo para la humanidad.

Con sus más de sesenta metros de alto el Titán Colosal destruyó la muralla que daba ingreso a la ciudad de Shinganshina, provocando que todos los titanes en el exterior entraran en los muros. Luego, para empeorar más las cosas, el Titán acorazado apareció en la escena y embistió con todas sus fuerzas la entrada al muro María, causando una brecha en la que los titanes podían seguir avanzando a causar destrucción.

Sin embargo lo que no muchos saben es que había una tercera Titán la cual no apareció en la escena. Para traer al Titán Colosal y al Titán Acorazado ella debía de recorrer una gran distancia. Exhausta debido a que su compañero había fallecido debía cargar con el peso por sí misma. Fue difícil, pero lo consiguió, llegó a la muralla y desató el caos en su interior al liberar a los dos demonios dentro.

— ... Esa Titán era yo. Annie Leonhart, del escuadrón siete del grupo de aprendizaje.

Todos comenzaron a hablar mutuamente mientras expresiones arcaicas pasaban por sus rostro. Rústicamente el juez comenzó a pedir orden mientras golpeaba levemente su martillo contra el podio.

— Entonces admites ser una criminal de guerra, Annie. Eso quiere decir que eres la causante de uno de los sucesos más trágicos en la historia de la humanidad.

Dijo Hanji levantándose de su asiento mientras revisaba varios papeles que tenía en su mano.

— Según tu versión debiste transformarte en Titán para cargar a los portadores del Titán colosal y el Titán blindado. Eso quiere decir que ellos dos también son humanos ¿Verdad?
— Así es, nuestra misión era infiltrarnos en las murallas con la conmoción para poder recuperar lo que es nuestro. No puedo decirlo ahora, pero buscábamos atacar los aposentos del rey.

Hanji ajustó sus gafas antes de darle la palabra a Petra.

— Ya veo... Petra, continúa por mí.
— Si, señorita Hanji.

Petra se levantó al mismo tiempo que Hanji tomó asiento. Tomó unos papeles y dió un paso adelante para que todos la escuchen.

— Entonces, según tu testimonio, el cargo del cual te acusamos no es un simple crimen, sino que es un pseudo genocidio de la humanidad entera.
— ... Así es.
— Señor juez, creo que es correcto dar el veredicto ahora

El juez nos observó a ambas para evaluarnos durante un momento antes de comenzar a hablar, mientras acariciaba su extensa barba blanca.

— Aún no, cadete Petra. Aunque la misma acusada a confesado un crimen de tal magnitud, tenemos que escuchar a la defensa opositora.

Dijo mientras le echó una mirada a Armin. Este último se levantó de su asiento y caminó hasta al lado de mí podio. Notablemente nervioso comenzó a cambiar las páginas de su defensa antes de finalmente hablar para declarar.

— ¡Si, señor juez! Veamos... Viendo el panorama, Annie es una de las mayores amenazas y fugitivas más buscadas desde la caída del muro María hace cinco años. Sin embargo, tanto yo como mis compañeros no vemos factible que se la acuse y se la ejecute en estos momentos. Tal y como dijo ella misma, es la Titán femenina, una Titán con una habilidad muy útil: El endurecimiento.

Al decir eso varios espectadores y personas del jurado comenzaron a hablar por susurros sobre la habilidad. Es verdad, el endurecimiento Titán en algo que a simple vista parece algo muy útil para la humanidad, seguramente se interesarán en eso.