9- Sangre...

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-¿Cómo salió todo?- Me pregunta la mujer que tengo al teléfono.

-De maravilla, Tania perdió al bebé aunque la que murió fue Rebecca Turner y si investigan pueden culpar a Lia de su muerte.- Sonrió con orgullo, ante el pequeño daño colateral.

-Perfecto, sabía que eras el indicado para este trabajo.-Sonrió por el halago- ¿Qué pasó con el gordo de Mario?

-Frenos fallidos, pero deje la carta con los puntos suspensivos dibujados con sangre. Pará que sepan que no fue un accidente.

-Eres maravilloso, ¿algo más que deba saber?

-Ethan viajo a Texas unos días después de la señorita Lia, segun supe ella esta tramitando la custodia de su hermano.- Escucho la carcajada del otro lado de la línea.

-Esa perra y sus cargos de conciencia, has algo para que el siguiente movimiento sea culpa de Ethan.- Sonrió porque era lo que estaba esperando.

-Como ordene.- Es lo último que digo antes de cortar la comunicación y destruir el teléfono que utilize.

El pueblo a estado un poco tranquilo, el alcalde a ordenado movilizarse y localizar el asesino de su ex mujer y también culpable de la muerte de Mario.

Cuando Rebecca fue hallada me encargue de que se dieran cuenta que había sido la misma persona que los había matado, deje una pequeña carta donde le bibuje los puntos suspensivos con la sangre del feto.

Feto que mató Lia Anderson al darle unas pastillas a su madre. No soy el único villano de la historia y el único al que están investigando es a Ethan Palmer quien estuvo cerca de los dos asesinatos y el atentado contra su tía.

Puede que yo solo sea el que hace esto posible, Lia y Ethan merecen estar juntos, ambos son una mierda de persona, con sus malditos problemas depresivos, solo nos están robando oxígeno.

Me adentro en el bosque asta llegar a la cabaña donde tengo a mi siguiente víctima amarrada y un poco golpeada, una lastima tiene una piel hermosa para morir.

-Hallo Schönheit, verzeihen Sie meine Straffreiheit.- Es lo primero que digo al llegar a su lado.

Trata de hablar, pero la mordaza en su boca se lo impide, sonrió al ver como se le llenan sus ojos de lágrimas al solo tocar su mejilla, es muy hermosa, una belleza muy poca en este pueblo de mierda.

-Tienes unos ojos hermosos.- No miento al decir eso, sus ojos son grises pero si los miras de cerca puedes distinguir el verde que se oculta.

No quiero hacerla esperar más, así que decido sacar mi revolver y dispararle en una vez en cada ojo, sonrió y la desamarro, me deshago de su ropa y le pongo una bata blanca, decido limpiar la sangre que salió de sus ojos y con ella poner los tres puntos suspensivos en su frente.

Sonrió ante lo bien que se mira la sangre en ella, espero un tiempo para que seque y la pueda envolver en la sabana para transportarla y dejarla en un lugar que sea fácil de encontrar y puedan encontrar mi arte antes de que se ponga apestosa y rígida.

-Eras muy joven para morir, solo eres un daño colateral.- Acaricio su cabello al dejarla en unas rocas a un lado de la carretera.

Regreso a la cabaña, limpio todo para que no quede rastro de sangre y quemo la sabana con la que la transporte y la ropa que traía puesta.

Le mando un mensaje a mi jefa indicándole que ya hice mi movimiento.

Este pueblo se volverá una guerra. Ethan Palmer va a pagar por todo el daño que ha causado su familia.

✨✨✨✨✨✨✨

LIA ANDERSON TURNER

Puntos suspensivos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora