Cuando corrieron desde la avenida, esquivando autos y desafiando a los semáforos, ninguno tubo miedo. Entraron con armas cargadas, dispuestos a disparar, no estaban dudando de nada, su oportunidad... Su fin se acerca. Gritaron tan fuerte, que la iglesia llena le devolvió las mismas palabras en forma de eco. Falsos, mentirosos, miedosos...esas personas formaban parte de una mentira, un engaño pegajoso. Ellos sabían que ningún Dios los salvaría, que podrían matar a cualquier persona y ningún Dios los castigaria, hasta puede que los perdone. Nadie le devolvería la vida a un cadáver, tampoco el karma se cargaría a aquellos chicos tristes. Entonces la iglesia temblaba, y ellos reían. El primer disparo fue a la biblia, porque todo aquello era parte de una telaraña estúpida. El segundo disparo a la monja que rezaba, pero bajo su traje negro se ocultaba tantos pecados... Esos pecados que todos cometieron. El tercer disparo al hombre que cree comunicarse con Dios, pero solo el sabe la miseria de su vida y el último disparo al infiel que llevaba a cabo ocho matrimonios. Nadie es un santo... No hay ángeles en el infierno. Y los chicos encapuchados saben que morían por que es su ley.
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sad boys club☢
Short StorySon solo adolescentes, dementes, asesinos, solitarios, niños que buscan paz mental en drogas, alcohol, en cada lágrima que lloran. No tienen escapatoria, ellos saben como será su final... trágico final.
