Club Grey

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El viento soplaba tan fuerte que podía echar para atrás a los cuerpos débiles de aquellos chicos. Se escuchaba el agua caer, caer y caer desde el acantilado. En sus bocas el LSD se disolvía. Sus pupilas dilatadas y el estómago vacío. Dieron largos sorbos al whisky y suspiraron agotados. No querían pensar, recordar o plantearse esperanzas. Ya estaban decididos, ya estaban hartos, no más... No tiene porque haber tanto dolor matando a jóvenes. Sus manos sostuvieron armas, apretaron gatillos... Asesinaron y nadie les recriminó nada.
Unos lloraban, otros sentían el miedo matarlos. Podría haber responsables, culpables... Pero nada importaba. El vacío sonaba a sufrimiento, o el fin del mismo. Los pájaros eran testigos de los encapuchados. No había que pensarlo mucho... No hay razones para soportar.
El viento los empujaba, quería que cayeran... Quería que sus respiraciones no sean malgastadas. El reloj no avanzaba... Tic, tac, Tic, tac. Las agujas están rotas, ellos ya no pierden el tiempo.
Solo salieron de sus bocas, sus últimas palabras.
-Hace frío.
-Estoy cansado.
-No tengo ganas de nada.
-Estoy contento de que acabe.
-¿Como será morir?
-Los dementes mueren sonriendo.

Ellos sonriendo, se arrojaron del acantilado.

sad boys club☢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora