Capítulo 4
Pasaron los días y casi no la veía en el colegio, nuestros horarios habían sido cambiados y ahora chocaban mucho, lastimosamente porque me había quedado con ganas de más, luego de unos días me la encuentro de frente, y me ignoro completamente, no entendía que pasaba, ¿que había hecho mal?, mis mensajes los respondías muy desinteresados y no quize seguir insistiendo más, hasta que me saludo y volví a la vida, ese día me llevo al baño, y tuvimos un momento íntimo de nuevo, sus manos eran muy juguetonas y el largo de sus dedos era perfecto, aún no habíamos tenido penetracion porque nos daba miedo que nos llegasen a ver.
Asi era siempre, una semana me ignoraba y a la otra me buscaba para satisfacer su necesidad. No la entendía, me confundía mucho, de repente me quería y luego no, aunque no quería dejar eso, era algo que me hacía mal pero me gustaba a la vez.
Pasan meses y seguíamos con lo mismo, un día nos encontramos en una fiesta, yo llegué primero y cuando la vi entrar quedé anonadada, más brillante, más linda, más impresionante que nunca, su figura se realzaba más sin el uniforme y me encantaba más porque era la primera vez que la veía en otro lugar que no fuera el colegio, casualmente ella vivía cerca del lugar de la fiesta, me dijo discretamente que me quedara con ella, acepte sin pensar nada. Termina la fiesta y me voy con ella, solo pensaba en su silueta y en lo que me provocaba tanto, ese vestido negro corto que tenía puesto.
Llegamos a su casa, estaba sola, sin esperar más en la puerta de entrada nos comenzamos a besar, lastimosamente yo era virgen al igual que ella, pero yo tenía mucha experiencia, había visto mucho porno ya.
Nos besamos lentamente, llegamos a su habitación, la tire contra la cama mientras nuestras respiraciones se agitaban, le quite lentamente su vestido pasándole los dedos por las piernas, y besándole los muslos, ella me quito mi ropa, me pose sobre ella mientras su clictoris chocaba contra el mío, me movía de adelante hacia atrás y se sentía como conquilleaba mi entre pierna, me besaba y tocaba mis senos con mucha delicadeza, metió mis pezones en su boca, mientras me estimulaba con sus dedos ¡oh, sus dedos! Se sentían tan ricos en mi.
Cuando la sentí suficiente mojada, la penetre con mis dedos, veía sus ojos voltearse y escuchaba su respiración y sus gemifos directos a mi oído.
Era como ir al cielo después de pecar, precionaba su cuerpo al mío mientras que ella también me penetraba a mí, bese sus labios, baje al cuello, lami sus pezones, iba por su abdomen, besaba sus entradas, baje hasta sus muslos pasándoles mi legua mientras subía a su edén, mi legua llegó a jugar con su clictoris.
Fue algo mágico, digno de repetirse y fue así, cada que quería satisfacer su necesidad sexual me llamaba, y yo iba como perro tras un hueso, era mi debilidad, pero que... No le quitaba el hecho de que seguía tratándome como a una basura cuando le provocaba, coqueteaba con más personas, y yo no podía hacer nada, yo solo era su diversión yo solo era su juguete sexual, no me quejaba de ello, cada vez era más satisfactorio que la anterior y, ¿A quien no le gusta un poco de placer de vez en cuando?.
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Tan mía, tan de nadie.
Short StoryHistoria basada en dos chicas que experimentan muchos momentos sexuales pero no saben lo que quieren y terminan lastimandose mas de lo que imaginaban, ninguna quería dejarse pero no sabían tenerse