Cool kids [sk8 the infinity] (Renga)

El Príncipe Langa Y Reki El Panadero

Si alguien me hubiera preguntado a él príncipe Langa que quería ser de grande hubiera respondido todo menos príncipe. No es que odiara su vida pero odiaba como era la gente con el por un simple título.

Todas las mañanas era lo mismo, levantarse, toda su ropa limpia y su desayuno ya listo sobre su mesa de noche. Una de las mucamas entraría le daría los buenos días más formales del mundo y abriría las enormes cortinas para que el sol entrará en todo su esplendor.
Cuando bajaba a la sala de juntas del Reino donde solo se oían los reclamos de la mano derecha del rey decirle a la Reina que no tenían opciones. "o usted se vuelve a casar o le buscamos esposa al príncipe", casarse sonaba fatal para ambos.
Su padre el rey había fallecido apenas unos meses atrás y su madre y el seguían dolidos como para que un hombre más viejo que el castillo les dijera que solo podían olvidar y volver a empezar.

Y el problema como tal no era seguir adelante, el problema era que era de lo más forzado posible. El castillo con las banderas negras en honor a su difunto padre solo duró unas semanas, todo se volvió a mover entorno a que pasaría después, verás en aquéllos tiempos una mujer por si sola no podía reinar se creía imposible y rebelde, así que solo quedaban la opción ya mencionada boda.
Los Pretendientes a su madre llegaron a montones y Langa sabía porque para una mujer de 33 años su madre se veían aún joven y su belleza natural era única en cualquier lugar, hombres desde ricos hasta pobres intentaron conquistar a la reina pero simplemente ella no podía, ya se había enamorado y aunque sabía que se podía volver a enamorar alguna vez, esa vez no sería pronto.

Entonces la carga la tomó Langa, princesas llegaron al castillo casi todas iguales a su parecer, dulces y delicadas pero secas y sin personalidad y esto no era culpa de ellas, todas ellas pasaban por el mismo proceso que Langa, la represión de sus emociones y sus verdaderos yo.
Ningúna era la indicada y al menos por ese día estaba cansado de ver princesas y de que le dijeran una y otra vez que tenía que elegir alguna.

Fue una mañana donde la sensación de ira y tristeza se juntaron y Langa hizo su "mini revolución" se levantó en la madrugada, paseo por el castillo en pijama y fue a la sala donde la enorme pintura de su padre se encontraba colgada arriba de la chimenea. Se sentó frente a ella y la observó por horas y horas, las lágrimas caían de sus ojos y empezó a contarle a su padre como se sentía.

La madrugada se convirtió en mañana antes de que el pudiera acabar de hablar. Su estómago se quejó por el hambre y el sonido del castillo despertar lo hizo salir.

Era la primera vez que veían cuando sus servidores despertaban y fue algo extrañamente fascinante. La gente iba de allí para allá, con de todo en las manos, Langa salió y empezó a caminar tal vez era porqué todos estaban demasiado ocupados o porque estaba en pijama y despeinado que no parecía el príncipe, nadie lo detuvo de ir a donde su estómago lo llamaba.

La cocina.

Hacia hambre y quería desayunar, moriría por un pan con mermelada de manzana ahora mismo y por primera vez se lo quería preparar el solo, la cocina era grande y esa era la primera vez que bajaba ahí pero lo lograría. Abrió todos los cajones que se podía y encontró todo... Menos lo mas importante el pan, busco y busco y no estaba.

Se sentó y tomó la mermelada de manzana y la empezó a comer sola, era algo dulce y algunos dirán que comer mermelada sola en el suelo de una cocina es raro... Y lo es.

Al mismo tiempo que el príncipe se quejaba de los dioses por todo lo que había pasado los últimos meses y ahora porque no tenían un bendito pan, un joven pelirrojo apareció por la puerta con una canasta de pan recién horneado, se movió por la cocina hasta que vio al principio.

Al principio sólo se miraron y luego el pelirrojo estaba riendo con ganas por la imagen que tenían enfrente. El príncipe se levantó rápido pero no para hacerse ver más decente o algo así no no no se levantó por el pan.