33 De la pijamada imprevista y retos subidos de tono

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Parecía que la lluvia no cesaría pronto y eso estaba inquietando un poco más a Jungkook. Dentro de la casa, todos ahora estaban cubiertos por toallas secas, ya que las suyas quedaron afuera y muy empapadas. Para suerte de todos, sus bolsos no estaban mojados, por lo que ahora vestían ropa seca. Sin embargo, sentían un poco de frío.
Hoseok tenía la temperatura alta y estaba bastante cansado. Yang Mi estaba tan inquieta como su lobo, deseando ir donde su cachorro para ayudarle, mirando desde las escaleras. Pero Taeyang le tomaba de los hombros, mientras le regalaba una sonrisa sincera, asegurándole que su Hoseokie estaba en buenas manos. Jungkook no se separaba de su mayor ni de broma. Sentado en el sofá, arrullaba a su alfa con cuidado entre sus brazos, cubriéndole con una frazada liviana y acariciándole los suaves cabellos, ahora no tan rojizos. Hoseok no quería moverse. Se sentía tan seguro y cálido entre los brazos de su Kookie, que se negaba a hacer el más mínimo movimiento. Con su cabeza recostada en el firme torso del castaño, se dejaba mimar y cuidar por su omega, que liberaba de sus feromonas mientras le acariciaba el cabello con dulzura.

—Aquí está, Jungkookie —le dijo Taehyung, extendiéndole un paño húmedo para su hyung.

—Gracias, Tae hyung —respondió el menor con voz dulce, tomando el objeto con una de sus manos, doblándolo por la mitad para luego llevarlo hacia la frente del joven con sonrisa acorazonada.

El alfa de hermosa sonrisa cuadrada, se sentó junto a su hyung favorito, posando una mano sobre su pierna cubierta por la frazada.

—¿Hoseokie hyung va a estar bien? —quiso saber Tae.

—Lo estará, Taehyungie —respondió Yang Mi por Jungkook—. La medicina hará efecto dentro de una media hora —aseguró posando el dorso de su mano en la mejilla caliente de su cachorro.

—Yang Mi, mi madre dijo que las calles están inundadas y que por el centro de la ciudad la electricidad se fue hace ya una hora —avisó Namjoon muy preocupado.

—Mi padre también me dijo que es difícil salir de casa, al menos por ahora —dijo también Dahyun.

—Yo recién pude hablar con mis padres y dijeron que tampoco tienen electricidad —informó Jimin.

La situación no podría ponerse peor. La omega Jung comenzaba a asustarse y se lo hizo saber a su alfa a través del lazo. Taeyang fue pronto donde todos estaban, tomando una mano de su esposa.

—Niños, ¿pueden aguardar un segundo? Mi vida, hablemos en la cocina —dijo con voz serena, guiando a su esposa con calma.

—Hyungs, por favor guarden silencio —pidió Jungkook, intentando mantener la calma—. Hobi intenta descansar.

—Lo sentimos —respondió en voz baja Namjoon.

Todo estará bien. Estamos juntos y todo saldrá bien. ¿V-verdad?

El castaño intentaba mantenerse positivo y tranquilo, sin dejar de acariciar las hebras del pelirrojo.

—Todo estará bien, mi corazón. Yo cuidaré de usted —le dijo en voz baja el Omega, meciendo sus cuerpos muy levemente, como si de un bebé se tratase, dejando un par de besos silenciosos en la cabeza de su mayor.

💜

Cuando Hoseok abrió los ojos, se encontró con Yoongi, Namjoon y Jimin bajando un colchón por las escaleras; mientras que los demás buscaban cosas en la cocina.

—Buenas noches, mi bello alfa durmiente —le dijo el castaño con voz dulce, mirándole con una sonrisa de conejito.

—B-buenas noches, bebé.

Escuela de alfas 🦋Hopekook🦋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora