Al fin llegó el día que volvería ha estar en su casa, con sus amigas y amigas, no podía estar más contenta.
Él la vió sentada en el césped viendo un punto fijo a lo lejos, intentó hacer el menor ruido posible.
-Te ves hermosa.
Ella se sobresaltó-Gordon, me asustaste.
-No me digas Gordon, sabes que no me gusta.
-No vuelvas a asustarme- él besó su mejilla- Hey, te pintaste el cabello.
-Si, ¿Te gusta?
-Me encanta- acarició su cabello- El azul te luce mucho y te hace ver sexi.
-¿Ahora soy sexi?
-Siempre lo has sido- sonrió algo apenada.
-Oh, yo sabía que siempre me has visto de una manera diferente.
-No lo niego- ella besó la frente de él.
-Es hora de irnos de aquí- se levantó tendiendole su mano, ella la aceptó.
-¿Como te sientes al dejar este lugar?
-Tengo mucho miedo, pero sé que debo dejar mi pasado atrás y ver hacia mi futuro.
-Así se habla- Sonrió.
-¿Como están los chicos y las chicas?
-Expulsando amor por todos lados, ya los conoces.
-Déjalos, eso significa que están enamorados.
-Pero lo hacen delante de mí.
-¿Y eso te incómoda?
-Algo- desvío la vista de la carretera para verla unos segundos.
-¿Estás enamorado?
-Si.
-¿Puedo saber quién es la afortunada?
Ella estaba asustada por su respuesta, él es su mejor amigo, el chico a quien ama, y quien desea que la ame.
-Es la chica más maravillosa del mundo, creí no volverme a enamorar, pero ella llegó a mí, es simplemente perfecta.
-Ah...- ella se giró a ver por la ventana.
Él sabe lo que ella estaba pensando, sabía que se sentía mal, pero quería decirle que ella era su chica perfecta, a la que ama, pero el tiene preparado una gran sorpresa donde le confensará todo.
-Si quieres dormir hazlo, aún falta mucho, yo te despierto cuando lleguemos- asintió.
El camino que restaba ella se la pasó durmiendo, él desviaba la vista de la carretera para verla descansar.
-Ale, bebé, llegamos- le susurró al oído.
Asintió-Gracias.
-Linda, adelantate tú, yo mientras voy por tu maleta.
-No es necesario, yo puedo llevarla.
-Sé que puedes, pero yo quiero hacerlo- besó delicadamente su mejilla.
Al entrar a su hogar se encontró con una gran sorpresa, sus mejores amigos y amigas junto con su madre que en sus manos sostenía un gran pastel de chocolate. Las chicas tenían globos y un cartel que decía "Bienvenida a casa" Mientras que los chicos llevaban algunos regalos.
Ella no puedo evitar que las lágrimas salieran sin permiso. Los abrazó a todos, aún sollozando.
-Bienvenida a tu nueva vida- la abrazó por la cintura.
-Gracias, Michael, por todo, no sé que fuera de mí en estos momentos si no fueras llegado a mi vida.
-No llores, nada de lágrimas, hoy es un día muy feliz, solo quiero verte sonreír.
Una pequeña sonrisa sincera apareció en su rostro- Te quiero.
-Yo más, linda. Ahora anda con tu madre, no quiero que piense que estoy acaparando tu compañía.
-Hija, te extrañé demasiado.
-Y yo a ti mamá.
-No quiero que volvamos a separarnos.
-Madre, iré a la universidad, que no se te olvide.
-Pero aún falta mucho.
-No cambias- negó divertida- voy hablar con los chicos.
-Está bien, cariño.
-¿Qué onda, chicos?
-Te extrañé, mi vida sin ti no era igual, michael me hacía mucho bullying.
-¿Por qué, Cal?
-¡Me decía negro! Yo no soy negro.
-Claro que no, Calum, claro que no.
-Noto tu sarcasmo en el ambiente.
-Te quiero, negro- él rodó los ojos.
-¡Luke!
-¡Ale!
-Espero que estés cuidando bien a Triz.
-Claro que lo estoy haciendo, La amo y ella lo sabe perfectamente.
¿Se puede morir de ternura? Porque creo que yo acabo de morir.
-Ashton, bebito bonito, te extrañé.
-Y yo a ti, pequeña.
-Gracias por todo chicos, los amo.
-Y nosotros a ti.
Las horas transcurrieron rápido. Después de que cenaran y partieran el pastel duraron hablando todos algunas hora hasta que llegó la hora de irse.
-Hermosa, Ashton y yo tenemos que irnos. Te escribo para ver como sigues-Asintió.
Dominic y Ashton la abrazaron.
-Nosotros tambien tenemos que irnos-Wil hizo una mueca.
-Te queremos, Ale.
-Y yo a ustedes, Calum.
-Ya que la mayoría se va, creo que haremos lo mismo-Habló Luke.
-Luke no quiere irse, pero sé que Tú y Mike necesitan hablar-Triz le guiño un ojo.
Cuando los chicos se fueron Ale acompañó a Mike hasta la entrada de su casa.
-Creo que es hora de irme.
-Se está haciendo tarde.
-¿Bebé?
-¿Si?
-¿Quieres salir mañana conmigo?
-Así como... ¿Una cita?
-Una cita-Concordó jagando con su cabello.
Ella sintió una sensación extra pero no desagradable en su interior.
-Está bien.
Él sonrió-Te paso buscando mañana en la noche.
-Me pondré linda, o bueno presentable.
-Siempre estás linda.
Ella se sonrojó.
-Buenas noches.
Él se acercó a darle un beso en la frente y a rodearla con sus brazos.
-Espero con ansías nuestra cita mañana-Dijo viendola dirrctamente a los ojos.
-Yo también.
-Buenas Noches, bebé.