Festival

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Al llegar Kuroo aquella chica ya estaba ahí, iba vistiendo un yukata verde que hizo pensar al gato que Haruka era la chica más hermosa del mundo.
Sonrió ampliamente y como lo planeó lo primero que hizo fue abrazarla.
— Tonta... Me espantaste – le dijo.
— Oy... Gato, no es como si hubiese estado en peligro. Solo tenía cosas que hacer, no seas tan meloso – contestó Haruka haciéndolo a un lado para que dejara de abrazarla.
Pero aún así la pelirroja lo tomó de la mano emocionada.
— ¡Vamos! –
Recorrieron los pasillos del lugar, Kuroo le complació todo lo que quiso comer a Haruka mientras platicaban de tonterías sin sentido y solo riendo.
Decidieron ir a un juego de puntería, Kuroo decidió ir primero para enseñarle cómo se hacía. Sin embargo, falló dos de los tres tiros.
— Oy, lo estás haciendo mal. Mira como lo hace un profesional – dijo Haruka muy confiada.
Su tiro no quedó ni cerca de algo y el pelinegro soltó una carcajada.
Al final terminaron con un premio de consolación que el dueño decidió darles, eran unas pulseras a juego.
— ¡Yo me quedo con esta! – gritó Haruka tomando la pulsera roja e intentando ponérsela, Kuroo terminó ayudándole.
Haruka le puso la pulsera verde sonriendo, se quedaron un momento viéndose mutuamente.
Fue entonces que todos comenzaron a reunirse para el espectáculo de fuegos artificiales.
Se unieron a las demás personas, Haruka con una banderilla de dangos en mano.
El espectáculo comenzó, los fuegos artificiales empezaron a estallar de diferentes colores e incluso algunos hacían formas.
— ¡Es hermoso! – gritó ella con emoción, como si fuera una pequeña niña que nunca antes hubiera visto aquello.
Fue entonces que Kuroo aprovechó el momento y pasó su brazo al rededor de los hombros de aquella chica.
— No usaría esa palabra estando tú aquí – contestó.
Haruka se había sonrojado bastante pero se recargó en el costado del gato.
— Tonto... Esa frase la sacaste de un libro – lo regañó.
Kuroo soltó una pequeña risa.
— Tal vez pero más verdad no puede ser – admitió.
Después de que el espectáculo terminara la acompañó hasta su casa a pesar de las protestas de Haruka.
— Es aquí... – dijo ella un poco nerviosa.
— De acuerdo, entonces... Nos veremos luego – se despidió y se dió la vuelta como si fuera a irse.
Haruka se quedó parada y agachó la cabeza... No quería que se fuera sin antes...
— ¡Oh! Olvidé algo – exclamó el gato de repente.
Se volvió a voltear a dónde estaba Haruka, levantó su mentón y posó sus labios contra los de ella suavemente.
Haruka le regresó el beso, se sentía diferente de aquel día en el karaoke: con mucho más cariño.
— Ahora sí... Nos vemos luego – dijo sonriendo.
— Gato tonto... – contestó ella avanzando a la puerta de su casa.
Pero no había duda, aquel día había sido mágico para ambos.

Cuando te ví  ~ FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora