La Verdad

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--Andrea corre-- Puedo escuchar los gritos de Edmon provenir en alguna parte de este lugar. Pero mi mirada solo está hipnotizada en esos ojos negros, que tienen un cierto brillo de maldad

--Lista mi amor, para matar a estos malditos-- La voz de Alex sale un poco débil, pero lleno de odio

De inmediato se levanta del suelo, a pesar de tener la herida en el pecho. Dirige una mano a su parte trasera del pantalón donde agarra un arma  y sin pensarlo me la coloca entre mis manos. Al instante la cargo y comienzo a disparar al mismo tiempo que Alex, matando a todos los que tratan de dispararnos, viendo cada cuerpo caer al suelo, sin vida. Sintiendo cada vibracion de las balas al salir de mi arma. Esta sensación es embriagadora. El sonido del caturcho al hacer la presión para liberar la bala, es excitante y hasta cierto punto, puedo decir que llega a ser obsesivo

--Andrea ve ahora mismo con Edmon-- Puedo ver la mirada llena de odio y poder de Alex-- Es una orden-- Me sentencia con una voz firme

--¡No!-- Le respondo firmemente-- Me voy a quedar contigo

Al instante siento unos brazos rodear mi cintura y levantarme del suelo. Mis piernas comienzan a moverse para tratar de liberarse, pero todos mis intentos son inútiles, la fuerza de Edmon es más grande comparada a la mía

No puedo dejar de ver el esfuerzo que hace Alex con una bala incrustada en su pecho, la sangre saliendo, haciendo relucir su color rojizo, disparando y matando a cuantos puede, al tratar de protegerme. Esos ojos me miran con cierto miedo a que me pierdan, pero no puedo dejar de tener miedo. Pensar que no lo quiero volver a perder, no quiero... No ahora que lo tengo

--Edmon dejame estar con él, esta herido puede acerce daño-- Digo con la  voz que trata de implorar algo que sabe que no obtendrá. El dolor de pecho se hace presente y las lágrimas siguen haciendo su recorrido por mis mejillas blancas, deseando tener la ayuda que tanto necesito

--Él sabe lo que hace, y mi trabajo siempre será protegerte-- Me sentencia cerrando la conversación. Adentrandonos a la casa en la que minutos antes me encontraba

Pero ya han pasado varios minutos desde que me aleje de Alex, los disparos han cesado, dando paso a un silencio abrumador que recorre cada poro de mi piel. Solo me e concentrado en mirar la puerta, implorando ver de nuevo esos ojos negros

Y es ahí cuando la puerta se abre en par. Dando entrada a dos hombres, uno de ellos es Alex, que a pesar de tener toda su ropa llena de sangre, sigue con su semblante serio y de poder. El otro hombre no lo conozco, es alto, un poco delgado pero sin esconder sus músculos, cabello negro como la noche pero con unos hermosos ojos azules, y en su brazo izquierdo lo tiene cubiertos de tatuajes de diferentes tamaños

--¿Quien es este hombre?-- Cuestiona Edmon acercándose a ese hombre de ojos azules

--Él es el que intento matarnos, lo encontré queriendo escapar-- Puedo ver la rabia con la que habla Alex, su semblante es serio y tenso. De inmediato empuja al hombre al suelo, con tanta frialdad, provocando que este se pegue en su cabeza

--¿Saben algo de él?-- Cuestionó lo más seria que puedo

--¡Habla!... No tenemos todo tu tiempo-- Alex le demanda con tanta furia en sus ser. Pero el hombre solo se queda callado, sin siquiera parpadear, intentando comprender cada movimiento que realiza Alex, como si quiciera leer cada acción que realiza

Pero mi desesperación es mayor, al igual que mi furia. Así que con mucho cuidado me escabullo por todo el lugar, hasta llegar a la cocina, donde tomo un cuchillo, el cual admiro y observó tratando de recordar cada detalle que tiene

Al salir de la cocina. Mis pasos son precisos hasta llegar a la sala, donde sigues estos tres hombres que ahora me ven expectantes a mis acciones

--¿Vas a hablar?-- Mi voz esta muy tranquila y relajada, aunque mi mirada es penetrante.

Salvando el amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora