Salvando el amor ©

¿Nuevo Comienzo?

(ALEX WERTHEIMER)

Por fin después de varias horas de vuelo, llegamos a España. Mis piernas me temblaban y mi corazón estaba a mil por hora a pesar del cansancio que tenía sobre el, pero no me importaba tenía que ser valiente por mi madre.

Después de varios años la volvería a ver y eso me llenaba de una ansiedad y una alegría inexplicable

Di la orden de llegar directo al psiquiátrico donde estaría la mujer que me dio la vida, y donde estuvo la mujer de mi vida. Aun no puedo olvidar cada palabra de Andrea, no se porque me comporte así con ella cuando ni siquiera tenía las respuestas para cada una de mis preguntas y me odio por eso.

No puedo permitir que Andrea me deje, ella lo es todo para mi, pero espero y anhelo que ella sienta lo mismo por mi, como para perdonar cada una de mis estupideces

Cada hora que pase en ese avión me atormente por la forma en que le hable, la mirada fría de su mirada, el altivismo de odio y tristeza combinados en un lago de sentimientos

El camino para llegar a ese lugar, se veía lugruve, con varios árboles a su alrededor y con el cielo igual de nublado, pareciera que estaban en una sincronía para hacer el ambiente triste y pesado

Mientras más nos acercábamos en carro, mis manos más sudaban. Aún no se si mi madre será capaz de reconocerme o simplemente de saber que pasa en su alrededor, por lo que mi castaña me contó, se que nadie la pasó bien en ese sitio.

Aunque Brooke siempre me dijo que trataba de mejorarlo cada día, ya que ella quería ayudar a cada alma en pena, según ella era su forma para agradecer a mi madre sus esfuerzos antes de morir

Pero ahora ya no se que creer o que pensar de mí entorno, de cada persona que me rodea pero extrañamente, confío en Andrea ciegamente, creo en ella de sobre todos los demás. Tengo que pedirle perdón lo mas pronto que pueda porque si no perderé esta valentía para encararla

--Señor hemos llegado-- Me informo mi guardaespaldas que conducía con su típico traje negro y gafas que tapaban su mirada

--Esperen afuera y cualquier cosa avísenme-- Demande bajando del carro luego de que él solo respondiera con una afirmación de cabeza,  mientras mis pasos cada vez más se acercaban a la entrada

Me detuve un solo segundo para pensar bien las cosas, y luego de respirar, tomé la puerta y la jale hacia mi para abrirla

Al momento en que entre, me recibió una pequeña recepción que adornaba el lugar, donde una mujer ya grande esperaba en ella sentada

Me acerque cauteloso-- Buenas tardes-- Fue lo único seguro que salió de mi boca y que agradecí ya que por dentro muria de nervios

--Buenas tardes señor ¿En que le puedo ayudar?-- Su voz era totalmente dulce, lo único meramente cuerdo en medio de una locura

--Vengo a buscar a una mujer-- Ella asintió para que prosiguiera-- Su nombre es Inna Ivanov

Al decir ese nombre puedo ver la sonrisa llena de amor de la mujer

--Ella está en su ofcinina-- Vale eso me descolocó un momento-- Valla derecho por todo este pasillo, es la puerta décima, siempre está abierta así que no tendrás problemas en perderte

--Muchas gracias-- Logró decir para seguir mi camino

Mientras paso por el pasillo, observó cada puerta que está en este sitio, cada una de ellas no se ve mal, ni siquiera se ve triste como lo imagine. Al contrario se siente paz en este sitio aunque se escuche extraño, simplemente no se escucha nada y no hay tristeza en ninguna parte