Era miercoles, uno igual a muchos. Scarlett solía dejar notas pegadas en la pared de su habitación. Notas que narraban lo que ocurría en el dia. Notas cómo... "25 de Octubre: Hoy un grupo de estúpidos niños, se lanzó sobre mi. Nadie hizo nada, sólo observaban. Desearía morir, pero prefiero ver como llega ese día... Ese día que tanto anhelo." o cómo "9 de Enero: Hoy fue un gran día. Casi asfixio a una niña hasta dejarla morir". Bueno, se darán alguna idea de las otras miles de notas que poblaban su gran pared de madera. Volviendo al tema... Sus padres la habían inscripto a un secundario que ella detestaba completamente, pero aseguro que si por un momento la hubieran escuchado, no lo hubieran hecho.
Scarlett volvía del colegio, seguramente pensando en la muerte. Era una chica más en el mundo, según algunos. Otros simplemente no notaban su existencia. Y los que restaban, la analizaban tanto que hacían que parezca algún experimento raro o algo parecido. En fin, era sólo una persona y listo. Siento que por momentos me voy por las ramas... retomando. Volvía de la escuela caminando lentamente. Sus borcegos negros hacían que las pequeñas piedras aplastadas crujan al chocarse. Vestía con sus famosos jeans negros, un gorro con una frase muy particular..."Shut up". Y sus infaltables auriculares. Los estrechos callejones hacían que su pequeño cuerpo se viera gigante.
Una cuadra antes de su casa, se quitó los auriculares y los guardo en su mochila. Siguió caminando hasta llegar a ella. Deambulo por el diminuto patio principal unos minutos hasta que notó que todo se encontraba muy tranquilo. Posó su mano en el frío picaporte y lo giró suavemente. Al entrar notó a su padre sentado en el living leyendo el periodico del día, y a su madre cocinando; aunque no le gustaba igual lo hacía, era como una especie de sirvienta para él.
- Hola... - Saludo la mujer un poco exhausta.
- Hola madre. - Contestó Scarlett mientras se dirigía a su cuarto.
Entró lentamente, estaba cansada. Su habitación era bastante particular. Tenía fotos tomadas por ella pegadas en alguna parte de la pared, luces blancas colgadas del techo, tubos de ensayo con algun liquido extraño dentro... cosas, sólo cosas.
Se lanzó sobre su cama bruscamente y se durmió en un profundo sueño. Era una especie de apocalipsis... algo como el fin del mundo, no tenia importancia... despues de todo sólo era un sueño. Al cabo de algunas horas se despertó. Sintió una suave brisa recorrer todo su cuerpo, se paró y camino con pasos suaves al comedor. En la mesa se posaba un plato de comida y una pequeña nota.
"Come y no nos esperes... Besos. Mamá y papá"
- Pf... Que raro! - Exclamó con un tono sarcástico.
Tomó el plato y lo guardo en la heladera. Se negaba a comerlo, no le gustaba la manera en que sus padres la trataban. Pensaban que un día era una niña y al otro una completa adulta.
Buscó su celular en la mochila y llamó a su unico y mejor amigo. Bean. Un par de segundos despues, atendió.
- Scarlett... - Respondió una voz un poco ronca y grave.
- Bean... - Dijo ella.
- Dejame adivinar.. Queres que vaya?
- Puta madre... Que psíquico. - Contestó sarcásticamente.
- Jajajaja, en un rato estoy allá
