Alma en refacción

A MIS HIJAS

Quiero que siempre se respeten sus derechos. Que aprendan a defenderlos y usarlos para bien.

Que sean felices. Mucho. Siempre. Que la sonrisa sea una constante en sus rostros.

Que encuentren en su camino personas mágicas, de esas que suman risas a los días buenos e inyectan fuerza para sobrellevar los días malos.

Que valoren sus almas y sus personalidades, con sus defectos y virtudes.

Que nadie les quite la tranquilidad y alegría de ser ellas mismas.

Que puedan expresar sus miedos, anhelos y opiniones sin ser coaccionadas por ello.

Deseo las amen con todas las fuerzas. No hay motor más poderoso que el amor.

Deseo que la vida las bendiga como ellas lo hicieron en la mía.

Quiero puedan desarrollarse como personas íntegras. Que nada ni nadie se interponga con lo que dicte su corazón.

Deseo mantengan esa mirada franca e inocente, esa gran imaginación y la curiosidad que les hace preguntar sin vergüenzas.

Que puedan vencer las adversidades sin comprometer su dignidad ni quebrar su espíritu.

Que descubran que la vida -aún con sus altibajos y agridulces- vale vivirla a plenitud.

Deseo que siempre tengan la seguridad que mi corazón de madre las acompañará, aconsejará y las escuchará sin juzgarlas.

Las amo, Verónica y Micaela