Alma en refacción

FLORECER

¡Qué linda sos cuando floreces!

Muchas veces el corazón te pide un respiro y te dice que ya no da más. Que está roto, quebrado, cansado de tanto boludeo. Pero lográs levantarte cada mañana, secarte las lágrimas que cayeron cuando los recuerdos invaden tus noches; y ahí vas, a ponerle pecho al día y eso es valentía.

Mirás al mundo a los ojos y sin pestañear le gritas: Me merezco más!.

Hiciste el click.

Creciste.

Viste tu reflejo en el espejo y -por fin, luego de tanto- te reconociste.

Seguís amando las comedias románticas, los unicornios y las canciones alcahuetas que juntan bien cerquita los cuerpos. Pero en cuestiones del corazón, maduraste. A base de palos, pero lo hiciste.

Ya no bancás las mentiras. Los grises no entran en tu carta de colores. Ya no compras ese humo que se instalaba en tu alma, callándote para no hacerlo enojar.

Ya no esperás la opinión de nadie más para hacer o deshacer tu vida. Para pensar, para sentir, para ser. Sos, y punto. Y a la mierda el que no le guste.

¡Qué linda sos cuando floreces!

¡Te queda tan bien ser vos!

Sin esperar nada de nadie, pero dándolo todo. Brillás tanto que las sombras no tienen cabida.

Sabés que dicen que estás de la nuca. Que te ven algo rara, algo loca. Y te gusta.

Te reís porque sabés que sos distinta. Salida del molde, una orgullosa oveja negra.

Las personas te miran y no lo pueden entender Estás loca, el mundo está cada vez más patas para arriba y es un poco más mierda, pero vos igual tenés fe en la gente. No te rendís.

De a ratitos te olvidás que estás rota, que confiaste el cuidado de tu corazón y lo tiraron al piso. Pero ni eso borra tus ganas.

Naciste guerrera, no sabés lo que son las derrotas, pero buscás quién de paz a tanto quilombo.

¡Qué linda sos cuando floreces!

Lamés tus heridas y, por las grietas del dolor, hoy va saliendo la luz. Aún te animás a amar, pero no entendés de tibiezas. Vos te la jugás entera.

Loca. Rara. Linda. Rota.

No te intimida que te tilden de intensa. No crees en las etiquetas. Llorás con el alma, reís aún en medio de la bronca, abrazás con ese gustito a hogar. Hay días que te amás, hay días que te odias...

Pero esta loca lucha.

Esta loca brota.

Esta loca florece.