La noche de su nacimiento no parecía nada especial, aquel viernes muchos bares y clubes estaban abiertos hasta altas horas de la noche. Las luces de neón brillaban reviviendo las vacías calles, las interminables iluminarias opacaban la luz de la luna, aquel satélite que se veía tan lejano y que con el tiempo había dejado de ser admirado.
Esa noche la luna tenía la mitad de su rostro escondido en una capa oscura, mostrando solo una mitad como si ni ella quisiera verlo.
Era pequeño, frágil y aun se encontraba rojizo. Iba envuelto en una sabana, todavía manchada por su propio liquido, pegajoso y todo. El andar apurado de la persona que lo cargaba extrañamente lo mantenía tranquilo. Para él, que acaba de salir al mundo, aquel movimientos era sólo como un arrullo que lo adormecía.
Pero de pronto se sintió sólo y frío. Se encontró despegado del cálido cuerpo que anteriormente lo cargaba. Aquello le molestó, él aún no podía ver, sus ojitos eran dos final líneas y tampoco era como si con poder hacerlo fuera a hacer algo.
Sus pequeños oídos los cuales estaban acostumbrados al latido de su madre, se asustaron al escuchar ruidos que jamás había detectado. Ruidos que eran peligrosos para un recién nacido, recién abandonado.
¿Cuánto fue el tiempo que estuvo allí? Su llegada al mundo tal párese no fue muy bendecida, su cuna era una caja, su ajuar una roñosa manta vieja y su familia...él estaba solito.
En algún momento de la noche las luces de neón de los centros nocturnos, de los cuales seguramente él fue concebido en alguno por descuido, por un error o por un fallo, fueron reemplazadas por otras luces y por un extraño ruido.
Su llanto había advertido a alguien, o mejor dicho, molestado a alguien que había llamado a hombres con uniforme para que se hicieran cargo. Fue cargado nuevamente, mecido y tranquilizado.
Su cuerpito frio y entumecido agradecía el nuevo calor que se le brindó. Un calor que no se separó de él hasta su llegada al hospital.
De ahí fue pasado de brazos en brazos hasta llegar a lo que sería su hogar por un tiempo, otra caja, pero esta estaba limpia y era más grande.
Sus siguientes días de vida los pasó allí, con seres que lo miraban con pena y huían a algo que él tanto quería y necesitaba...contacto físico.
- Ha ganado peso y se encuentra en un estado acorde a su edad. Los últimos estudios descartan las hipótesis de los médicos, así que para la semana que viene ya podrían llevárselo. - Una delgada y cansada enfermera anotaba algo en su carpeta mientras hablaba con otra persona camuflada en un saco estéril de color blanco, con barbijo y gafas de acrílico.
- Aún es pequeño, será muy fácil. Muchos buscan bebés.
- Ujumm, así será. Ahora preparare sus papeles y podrá llevárselo a la oficina para comenzar con todos los tramites.
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Rehabilitación de Rosas •|YM|•
FanficAgust D y Kitty Gang son los convictos más buscados en todo el país, por lo que cualquier persona perteneciente a las fuerzas de seguridad quiere verlos tras las rejas y convertirlos en sus trofeos de caza. •Por ahí dicen que la curiosidad mató al g...