Cap. 11 ¡Atrapado!

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Saeng se congeló.

"¡Me duermo bien en el depósito!"

Hyun Joong lo miró con una ola de desaprobación en sus fríos ojos. "No te estoy pidiendo que duermas en mi habitación. Mary te ayudará a preparar la habitación de invitados que está a mi lado."

Habiendo sido expuesto de su suposición equivocada, Saeng se sintió bastante incomodo.

Después de eso, una de las sirvientas les sirvió la cena en el comedor.

"Señor, señorito, es la hora de comer."

Hyung Joong cerró la revista que sostenía y se levantó.

"Come."

Le había pedido que comieran juntos. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que Saeng comió con él en la misma mesa? No lo recordaba.

Saeng, con la cabeza agachada en la mesa del comedor, comió sin hacer un solo sonido. Se sirvió solo de los platos que estaban más cerca de él. Hyun Joong comió lentamente, casi sin hacer ningún sonido también. Sus acciones solo sirvieron para enfatizar el silencio del amplio comedor.

El mayordomo Henry, que estaba de pie junto a la mesa, suspiró y le sirvió algunas comidas a Saeng con la cuchara para servir. "No solo comas verduras. Estas creciendo."

"Gracias", respondió Saeng en voz baja.

Mientras comían, Saeng comió todo lo que el mayordomo Henry le sirvió.

No estaba acostumbrado a comer tanto de una sola vez, le dolía un poco el estómago.

Mary había terminado de limpiar la habitación cuando terminaron de comer.

"Sang echa un vistazo al depósito, mira si hay algo que no haya ordenado''.

Saeng dio una ojeada a Hyung Joong, que se acababa de sentar en la sala de estar, luego agradeció a Mary con cargo de conciencia. 

Cuando regresó a su habitación, él se escabulló sigilosamente al depósito y recuperó sus regalos en la caja de cartón debajo de la cama. Mientras subía las escaleras, con cuidado de no hacer ningún ruido, la puerta al lado de su habitación se abrió justo cuando llegó. Al encontrarse con sus ojos, Saeng parecía un ciervo atrapado por los faros, mientras sus ojos se abrían y sus pestañas temblaban. Subconscientemente escondió lo que tenía en sus manos detrás de su espalda. 

"¿Qué es eso?" Entrégalo."

Hyun Joong lo miró y ordenó. Como una niño travieso que había hecho mal, su resistencia solo había durado dos segundos bajo su mirada penetrante antes de extender su brazo. 

"Vete a dormir", dijo Hyun Joong inmediatamente después de abrir una de las cajas de regalo y echar un vistazo. Sabía que él no se los devolvería y no se atrevía a luchar por ellos. Él había esperado esto desde que recibió los regalos. Este resultado no fue una sorpresa.

Al entrar a su habitación y cerrar la puerta, Saeng resopló un largo suspiro. Sin embargó, recordando la nota de Kyu en la caja de regalo, se agacho lentamente, él estaba acabado...

Como la mayoría de los padres, Hyun Joong le prohibió tener citas a una temprana edad, a pesar de que él había pasado la edad legal y él no era su padre-guardián, por así decir... 

Hyun Joong pensó en tirar los regalos de inmediato. Lo había hecho en los últimos 10 años, sin embargo, esta vez, no actuó al instante, los arrojó sobre la mesa de café.

Cuanto más los miraba, más se sintió molesto. Rápidamente, abrió la caja de regalo, su rostro cayó de inmediato ante la nota de adentro.

De la mano, contigo voy a envejecer, eh... 

Al mismo tiempo, Saeng, que estaba acostado en la gran cama blanda, no pudo conciliar el sueño. Acostumbrado a la pequeña y rígida cama del depósito, se sentía extraño. Su corazón también estaba abrumado por la ansiedad, pensando en cuando Hyun Joong lo buscaría.

Su teléfono móvil sonó en el momento en que ese pensamiento cruzó por su mente. Era el teléfono que le había dado Hyun Joong, por lo que solo tenía su número.

Saeng quiso fingir negligencia, pero echó un vistazo al teléfono móvil y su rostro oscuro apareció en su mente. Era un mensaje de texto, breve y sencillo con dos palabras.

"Ven aquí." 

Sintiendo que su corazón se hundía, Saeng se cubrió su única chaqueta.

Su tono vacío sonó desde el interior, "Adelante."

Hyun Joong estaba habitualmente sentado en la silla frente a la ventana francesa cuando entró Saeng. Tenía un cigarrillo posado entre los dedos, por lo general, esto significaba que no estaba de buen humor. Saneg no se atrevió a acercarse a él, optando por mantenerse a cierta distancia.

"Ven", habló de nuevo, su tono era más frío. Las palabras eran una repetición de su mensaje de texto pero cuando vinieron de él verbalmente, lo asustaba más que el texto.

Saeng se preparó mientras caminaba para pararse junto a él, todavía demasiado tímido para hacer un sonido. De repente, lo atrajo hacía sí, ¡haciendo que Saeng se cayera y se sentara en sus piernas! 



Bueno chicas aquí esta un capitulo más, espero y les este gustando la historia trataré de actualizar ya mas seguido, espero sus comentarios y pues ójala no odien mucho a Hyun.

Cuidence y abracitos   

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