Al regresar del trabajo, Saeng se dio una ducha caliente. Luego tomó un sorbo de té negro que Mary le había dado.
-¡Gracias mamá Mary!.
Mary lo miró con amor. "Saengie, te has vuelto más dulce con tus palabras recientemente, eh. Solías ser demasiado tímido. Es cierto que la gente cambia al terminar la escuela y hablar más con el mundo laboral. Deberías intentar hablar más con el señor también. Por lo general, no es alguien para hablar. ¿Cómo se supone que pasen tiempo juntos si ambos se mantienen para sí mismos?"
El hecho de que se mencionara a Hyun Joong le dio a Saeng una sonrisa, pero no hizo ningún comentario.
La voz del mayordomo Henry resonó repentinamente desde las puertas. "¡Señor!"
Al ver que Hyun Joong estaba en casa, Mary se metió en la cocina para apresurar al chef a preparar la cena.
Saeng tomó el té negro y se sentó en el sofá, pareciendo ocuparse de sus propios asuntos. Sin embargo, su mente repitió automáticamente la escena en la que Alexander Lee entró al restaurante mientras enganchaba los brazos con Hyun Joong. No podía precisar lo que estaba sintiendo, pero era como si una neblina espesa hubiera cubierto su corazón.
Se quitó el abrigo, que estaba frío al tacto del clima, y se lo pasó a Henry. Luego subió las escaleras sin mirar a Saeng.
Cuando se sentaron uno frente al otro durante la cena, nadie habló. La atmósfera pesada solo arruinaba el apetito de cualquiera.
Mary sirvió el último plato y dijo sonriendo: "Este plato se llama 'Frijoles Sonny', coman un poco más".
Saeng y Hyun Joong dejaron caer sus cubiertos al mismo tiempo. A pesar de sus acciones, Mary todavía tomó la cuchara para servir y sirvió un poco en sus respectivos platos. "Pruébenlo".
Saeng, temerosa de que Mary se sintiera incomoda, se obligó a volver a recoger los cubiertos y seguir comiendo. Hyun Joong, sin embargo, se había excusado para subir las escaleras.
Sin saber la razón de esta hostilidad, Mary bajó la voz y preguntó: "Saengie, ¿discutiste con el señor otra vez?"
"No, no le hagas caso. Continua con tus quehaceres". Saeng negó con la cabeza.
Suspirando, Mary volvió a ocuparse de sus tareas en la cocina. Saeng no tocó ese plato durante el resto de la cena.
Hyun Joong no regresó al dormitorio y pasó tiempo en la sala de estudio hasta la madrugada.
Saeng finalmente se había acostumbrado a su cama y se durmió brevemente después de la cena. Quizás no quedarse en la misma habitación era la única forma de mantener la armonía.
Una densa niebla había cubierto el cielo temprano en la mañana, mientras el clima se volvió excepcionalmente más frío. Al despertar y encontrar una manta adicional sobre él, pensó sin sospechar que Mary se la había puesto en medio de la noche. Saeng sintió que el calor la envolvía por dentro.
Mary ya había servido el desayuno cuando bajó las escaleras. "Señor, vaya a la oficina después de comer. Su estómago no es el más fuerte".
"Señor"... Saeng sabía que Hyun Joong probablemente estaba en la sala de estar.
"Está bien mamá Mary, gracias por ponerme otra manta durante la noche", respondió con una sonrisa.
Sorprendida, Mary respondió: "No te puse otra manta. Anoche estaba bastante frío y quería hacer eso, pero a la habitación del señor... no puedo entrar como me plazca..."
Saeng estaba atónito. Él había pasado por alto su declaración. Aparte de las tareas de limpieza, nadie podía simplemente entrar en la habitación de Hyun Joong. ¡¿Entonces quién le arrojó otro edredón?!
Inconscientemente miró a Hyun Joong que estaba en el sofá. Actualmente estaba apoyado contra los muebles y leyendo un libro tranquilamente con un atuendo de descanso. Parecía... bastante doméstico, ¡pero Saeng todavía no podía creer que lo había hecho!
Hola chicas bellas perdón la tardanza en actualizar, esperamos ya no desaparecernos jejeje, y ya tener un poquito más de tiempo para actualizar, esperamos sus comentarios y las leo en el siguiente capitulo.....
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Diseñando el amor
FanficUn accidente de avión lo había dejado huérfano, al igual que a él, compartiendo exactamente el mismo destino. Sin embargo, su desgracia fue culpa del padre de él. Él tenía ocho años cuando él, que era diez años mayor, lo llevó a la Villa de los Ki...