Alejandra caminaba apresuradamente por la pequeña calle que daba a la calle principal, iba apresurada, se suponía que saldría a las 7:30 de su casa; pero como el famoso lema antes muerta que sencilla, así era ella. Las calles volvían a sus bullicios, los buses circulaban la ajetreada zona hasta que dio con la vieja iglesia de Santa Mónica, era bonita y antigua, construida para demostrar la fortaleza para ella, por desgracia su fortaleza estaba a punto de caer sino alcanzaba es bus.
-Mercado ex cuartel, la chulona-escuchó a la vuelta de la esquina.
- ¡Joder! Me va a dejar la chatarra esa, ni que pudiera llegar caminando en menos de 15 minutos- me digo a mi misma, mientras corro para alcanzar a llegar a la parada. Llegó a tiempo para abordar el de las 8, afortunadamente encontró un asiento vacío en la delantera.
Llegó a la parada de bus en la me bajó rápidamente, llegare tarde a mi clase, camino las cuadras hasta dar con el lugar de residencial, muestro la identificación y me deja entrar un viejo con un educado buen día.
-Buen día señor, que tenga un buen día - respondo pasando hacia el sitio, mientras pienso en las burlas de Walter me hará, sé que solo lo hace para molestarme, pero es que es un cabezota, un fuckboy cabezota que me arruina mis ligues, es raro, pero bueno ya estoy acostumbrada a ello.
--¡Ja! ni porque te levantas tan temprano, logras llegar a tiempo Alejandra- dice señalándome con una sonrisa burlona, que indica que no me dejará en paz fácilmente, odio-amo ese gesto suyo porque es mi amigo a pesar de tener el don de irritarme frecuentemente.
-Muy gracioso, Walter, a ver si tienes los aguacates para refutarme algo en la miranda.
-sabes que soy capaz de tentar al mismísimo diablo-me dice entrecerrando los ojos, le devuelvo la mirada hasta que alguien pasa entre nosotros cortando el contacto visual, y así la guerra de serios que estábamos haciendo.
Volteó la mirada hacía el sujeto que se atrevió a eso, veo que es Nathan, con su pelo rojizo, ojos verdes, cuerpo respetable; Él nos mira a ambos y se detiene con una sonrisa en su rostro, con el que ya soñé, duro contra el muro ¡shit! Cerebro, no ayudas en nada.
-Ya déjense de miraditas intensas con ganas de aparearse a lo perruno - dice riéndose- primero: buenos días Alejandra y Walter, preguntaría como están, pero ya vi que están más que bien; ¿Les gusta Lil Nas x? -dice expectante a la respuesta.
Lo miró con ganas de enterrarlo seis metros bajo tierra, porque yo no fornicaría con el mastodonte de mi amigo, eso lo tengo clarísimo.
-No digas mis peores pesadillas, Nathan-dice Walter en un intento de no reírse- es mi amiga, imposible soñar con eso.
-Exacto digo con una sonrisa despreocupada- ¿Te imaginarías lo asqueroso que fuera? -hago cara de asco- además este ni se baña, su hermana se queja conmigo seguido porque no le aguanta el olor, ahora imagínate en el sexo ¡horrible!
-bueno, ni es para tanto, que sepas que me baño con asistín de piso para oler fabuloso-dice moviendo sus cejas insinuantemente.
-En fin, Nathan, ¿Quién es ese cantante del que hablas? -le digo tranquila e exclusivamente a él.
- ¿No sabes quién es? -dice incrédulo, aun sin poder creérselo, indignado, sus ojos comunican todo-es uno de los mejores cantantes junto con xxx tentation, es triletal- está transmitiendo unas vibras tan hipnotizantes, que me ha dejado embobada- no mejor te pongo una canción de él-dice mientras coloca la canción en su celular.
La música empieza a reproducirse, es una melodía fantástica, animada y vaquera: ou know what, I'm done, done, done.Yeah, I'm gonna take my horse,To the old town road, I'm gonna ride 'til I can't no more
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El curso
Teen FictionAlejandra, una estudiante ejemplar y pervertida con actos de locura, sin pelos en la boca; la cual los caprichos por chicos le durán 3 semanas, es reclutada por su maestro para una misión: aprender robótica y dejar en alto la institución. Pero la vi...