El No°1 {Endeavor y tú}

3

Qué tonto soy.

¿Cómo se me ocurre acercarme así a ella? Podría ser mi hija... Además si Rei se enterara...

Sin embargo al volver a vernos en el trabajo fue como si nada hubiese pasado, ella actuó normal y no parecía incómoda lo cual fue un alivio.

Pasaron los días y fue como si lo hubiese soñado solamente.

Rei por otro lado me dijo que quisiera cenar en casa esta noche.

Cuando llegué los niños no estaban, Natsuo solía salir sin decir nada así que no me sorprendía, por otro lado Fuyumi no es de dormir fuera.

- Quería algo de privacidad para nosotros.- Dijo Rei vistiendo bastante más formal de lo normal.

La mesa tenía flores y velas y la cena estaba servida.

Hice todo lo que t/n me enseñó. Le retiré la silla, le hice cumplidos, la incité a hablar de lo que quisiera e hice como que me interesaba, le hice preguntas y presté atención aunque me aburriera, etc...

Creo que todo resultó de forma exitosa porque Rei parecía contenta e impresionada.

Cenamos tranquilamente y al acabar ella se acercó y me besó. Fue una sensación extraña y no muy placentera la verdad pero no me aparté.

Seguí su beso y las caricias que vinieron posteriormente pero yo no estaba sintiendo nada, sabía lo que Rei esperaba de esta noche y no quería decepcionarla y echar abajo todo el esfuerzo que había hecho hasta ahora.

Encontré la manera de dejarme llevar y fuimos juntos hasta la habitación mientras comenzabamos a desnudarnos. Rei no había envejecido ni un día pero yo ya no sentía nada al verla así, tuve que cerrar los ojos un momento y prepararme para hacerlo.

Ella pareció disfrutarlo bastante, para mí fue más difícil pero no se lo dejé ver, tal vez fue por mi edad, tal vez ya estoy perdiendo el vigor, sólo eso.

Al acabar, se durmió pero yo no pude ni cerrar los ojos, me sentía culpable ya que para poder hacerlo con Rei tuve que pensar en... Ella...

Quizá no tenga que ver tanto con la edad si ni con mis sentimientos.

No soportaba dormir a su lado sabiendo lo que le estaba haciendo a su corazón así que dejé una nota diciendo que dormiría en el departamento, me vestí, tomé mis cosas y me fuí.

En el trabajo t/n me trajo el café con evidentes intenciones de saber los detalles de la cena.

- Hice todo lo que me dijiste, estaba fasinada.

- Ay qué gusto! ¿Y que tal la noche?

- Ya te lo dije, bien, estaba feliz.

- No eso no, LA noche.

- Digo sin comprender.

Dió un suspiro de exasperación.

- ¿Hubo acción? ¿Final feliz?

- Ah, que entrometida eres, no sé de qué estás hablando.- preferí hacerme el tonto, por alguna razón no quería decirle que nos acostamos, sobretodo porque la utilicé a ella como método de exitación.

- Vamos, si no lo hicieron tampoco pasa nada, ya habrá otra ocasión.

- ¿No te di trabajo que hacer?- le pregunté para que se fuera.

- Está bien, señor amargado. Ya entendí. Me voy a hacer mi trabajo.

Salió de mi oficina y pude respirar.

Tomé el café y me dispuse a hacer mi trabajo yo también.

Tenía que investigar a algunos villanos para una misión. Normalmente este tipo de investigaciones se las encargo a t/n pero esta gente es especialmente peligrosa y ella es muy apasionada a la hora de obtener información, si la descubrieran husmeando donde no debe la pondría en riesgo.

Por la tarde al ir a comer con Rei ella se veía más contenta que otros días.

Ni dejaba de decirme que lo había pasado muy bien la noche anterior y que la próxima vez no tenía por qué irme por la noche.

Ni siquiera sé si sería capaz de ofrecerle una próxima vez.

Me pidió que volviera esa misma noche para repetirlo, no sé por qué acepté en primer lugar pero lo hice.

Al acabar mi jornada volví con Rei, cenamos juntos y fuimos a la habitación, me pidió que al acabar me quedara y durmiera con ella. No tuve forma de excusarme y dormí a su lado sintiendo la misma culpa que la noche anterior.

Así pasaron semanas en las que al menos unas tres noches por cada siete yo iba a casa con Rei hasta que ocurrió lo que había estado esperando.

- Rei me pidió volver a la casa.- Le dije a t/n.- Quiere que vuelva permanentemente.

- No sé que es lo que hiciste para lograrlo pero te felicito.- fijo saltando de alegría. Nunca me atreví a decirle de mis encuentros conyugales con Rei, no cuando cada vez que lo hice con mi esposa tuve que pensar en ella para lograrlo.

- Supongo que me enseñaste bien.- dije desviando el foco de atención hacia ella.

- En vista del éxito obtenido ¿Qué tal si te invito a tomar algo esta noche? Hay que celebrar ésto!

Era tanto su entusiasmo que tuve que aceptar ya que he de admitir que el verla feliz y emocionada hace que me sienta bien.

Durante el almuerzo Rei me preguntó si la vería por la noche, le dije que no podría ya que estaba preparando una misión, que mejor pasara tiempo con Fuyumi y Natsuo y que le diría a Shoto que pasara la noche con ellos para que disfrutara tiempo con ellos ya que por estar conmigo casi no los veía y ellos pasaban demasiadas noches fuera.

Logré convencerla y le conseguí a Shoto el permiso para pasar la noche fuera de la academia. También les renté películas y les pedí comida para que no tuvieran que salir y al llegar el final de la jornada me fui con T/n a un bar cerca de mi departamento.

- Salud.- dijo extendiendo su bebida.- por Rei y por tí, porque están arreglando las cosas.

Choqué su vaso con el mío y bebimos, tomé mi bebida de un sólo trago y pedí el siguiente.

Llegó un punto en el que no parabamos de reír.

Bebimos tanto que no podría llevarla de vuelta a su casa.

- No puedo manejar así.- dije saliendo del bar en compañía de t/n, apenas nos sosteníamos de pie.- lo siento, no puedo llevarte.

- Tranquilo.- dijo arrastrando cada letra.- pediré un taxi o algo.

Intentó avanzar por sí sola para pedir un taxi pero casi se cae.

A duras penas pude sostenerla y pegarla a mí mientras recuperabamos el equilibrio. Nuestras caras estaban muy cerca.

- ¿Estás bien?- pregunté sin alejarla.

- ¿Te han dicho antes que tienes un rostro muy atractivo?- respondió tambien sin alejarse, sentía su mirada clavada en mis labios y la besé.

Fue un beso bastante torpe considerando que ambos estábamos borrachos pero me hizo sentir vivo.

- No puedes volver a casa así.- dije al acabar el beso.- mi departamento está cerca...

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