Diosa de las nubes

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Fue difícil acercarse a ella, pero cuando tuve la oportunidad no lo dudé.

Gracias a eso pude comprobar todo lo que decían; su silueta era blanca y perfecta tal cual como lo describieron, y como alguien me comentó; en sus ojos se podía admirar el movimiento del cielo.

Pero lo que creo que nadie sabe de ella, es que dentro de su cuerpo también abunda una inmensa belleza.

Fue amorosa cuando me vio, y gentil cuando me fui. Abrazó el tiempo que compartimos, y eso me hizo feliz.

Eso es todo lo que te puedo decir.

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