• Amaturina Alonæ •

8 M.

Desesperadas, cansadas, rotas.
Muertas de miedo, llorando en silencio.
Cuando nos raptan los sueños, nos prenden fuego y nos vuelven ceniza, se entristece la luna. Se apagan los bosques, socavan los vientos, se marchitan las lánguidas flores.
Se suman mil lágrimas.
Nos matan. Nos buscan, no encuentran. Con el alma desgarrada, la dignidad por los suelos, la vida arrebatada.
Abre paso la neblina, nos desaparecen junto con ella, se lleva nuestra libertad, oxida nuestra marcha. Los nombres de desaparecidas, tapizando la ciudad con gritos, con pálidos susurros.
Marchitos poemas y palabras.
Escribo sobre el miedo que anida nuestros cuerpos, que bombea en mis venas. Que de injusticias gotea mi árida sangre. De impunidad se extiende con demencia. El abominable dolor de ser asesinada.