Essence

Heridas abiertas y gratificaciones.

Queridísimo amor:

Contigo que no se ni por dónde empezar; para quien nunca habrá palabras suficientes con las que mencionar, recordar y agradecer todo.

Empezaré por mi principio, por mi, por mi historia.

Es cierto que de pequeña fui una niña alegre y cariñosa, pero, cuando dejas de serlo y empiezas a verlo todo tal y como es las cosas cambian, y, por consecuencia, tu también.

Cambie las sonrisas y los abrazos por las lágrimas y Dellafuente al máximo en mis auriculares.

Nunca nadie consiguió cambiar eso, y mucho menos sacarme de la esquinita de la cama, del refugio en el que me había encerrado.

Salía, reía, y colaba.

Empecé a aficionarme a esa actuación, nadie lo veía, nadie sabía lo que había.

Cada vez había menos amigos de verdad y más miedos e inseguridades, pero, a nadie le preocupaba lo suficiente, asi que ahi segui.

Flaqueaba de vez en cuando y me abría con las pocas personas con las que me sentía a gusto, así iba tirando; solo era una pequeña bocanada de aire para no ahogarme, para seguir aguantando.

Reconozco que quise abandonar, mil y una veces; pero, aún quedaba por quien luchar como hubiera querido que hicieran por mi.

Continúa la historia con más heridas que ganas, pero, sacando fuerza de donde ni yo sé.

Encontré muchas cosas en el camino, amigas que me enseñaron muchísimo, cambie ciertos puntos de vista y me conocí más a fondo, pero, por supuesto encontré las dos vías de escape que me acompañarán siempre; el mar y la escritura.

Poco después, con algunas heridas curadas y otras sangrando.. Te encontré a ti.

Y no, no hablo del día en el que nos conocimos ni de las conversaciones medio vacías que habíamos tenido.

Hablo de aquel dia, en aquel banco, donde, por primera vez te mire de verdad y vi todo lo que había en ti, lo que hacías en mi.

¿Comó no lo había visto antes? ¿Comó me había equivocado tantísimo?

Que después de todo, ahí estabas tu; con tu sonrisa y tus buenas palabras, con la paz que me dabas.

Esa noche volví a casa con miedo de estar engañándome a mí misma; de que mi cabeza estuviera jugando otra mala pasada.

Poca gente confió en esta corazonada, pero, yo sabía que nunca había visto algo así; y, con pies de plomo, para no causar daños, seguí.

Sin entrar en detalles diré que pase el mejor verano de mi vida, conociéndote, a ti, y a algunas de las maravillosas personas que te rodeaban.

Aprendí tu historia, y, sin juzgarla, quise formar parte de ella.

Aquel dia veintitres me lo permitiste, abriste tus puertas para mi pese todo lo que eso conllevaba.

Y aunque hoy apenas han pasado seis meses de ello, y si que es poco, pero, para mi sin duda ha significado mucho más de lo que nadie podrá ver nunca.

Has cambiado mis lágrimas por verdaderas sonrisas, me has enseñado a querer cosas de mi que apenas veía, ahora veo lo que es que te quieran, así, de esta manera tan única y especial, lo que es ser una verdadera prioridad de alguien y poder confiar.

Y con todo esto y muchísimo más, deseo de todo corazón que dure siempre; pero, aun si no fuera así, de sobra sabes que siempre estaré ahí, agradecida y queriendote, de una manera o de otra, como nunca nadie.

Gracias 23.