Levitar [Hermione x T/n]

Capítulo III

Hermione, Harry y Ron la llevan a la sala común de los Griffindorfs

Todos estuvieron confundidos, incluso Harry se llegó a desmayar... Sin embargo, siguieron el trayecto saliendo del tren. Hermione pensó que T/n no se había percatado de que había estado durmiendo sobre su hombro, porque no había llegado a comentar nada con ella. O tal vez no le había dado importancia.

Eso de alguna forma la confundió. Pero tampoco podían entretenerse, debían llegar cuanto antes a ese enorme castillo repleto de misterios y magia.

Cuando lo tuvieron delante, a tan solo unos metros, Harry, Ron y Cedric les hicieron una señal para que supieran que querían adelantarse. Las dos chicas no pudieron hacer más que alargar la mano para hacerles un gesto o algo para que volvieran, pero fue completamente en vano.

Se quedaron atónitas mirando al grupo de gente por donde los tres magos habían decidido ir. Casi parecía que querían que se volvieran más cercanas. No era propio de ninguno de ellos.

T/n sonrió mirando al majestuoso lugar que a partir de ese momento podría llegar a llamar hogar, y sentirse libre.

-Es precioso... - Susurró la nueva amiga de la Granger sin apartar sus ojos oscuros de ese aura mágica que las rodeaba.

-La verdad es que sí... - De alguna forma, justo después de escuchar a la Black, no pudo evitar asentir al mismo tiempo que miraba en su dirección.

Suerte que se habían apartado un poco del camino de la entrada, o si no en ese momento estarían siendo aplastadas por avalanchas de alumnos ansiosos por empezar un nuevo año en Hogwarts.

Cuando ya no vieron a tantos a estudiantes, pensaron que lo mejor sería ir adelantándose, e ir con los demás. Sin embargo, alguien impidió que caminaran más de la cuenta, y que la mañana empezara de forma más molesta.

-¡Hey, T/n!- Se acercó ese rubio platino con una ligera sonrisa al ver a su prima admirar el sitio donde se hospedaría un año. - ¡Granger! - Hasta él se llegó a sorprender de que cuando llamó a Hermione su voz no sonara tan irritada. Pero, tenía que mantener las apariencias de "chico malo" porque si no, su padre le lanzaría un crucio. Hubiera podido decir que detestaba a esa maga, pero habría sido una mentira como una casa.

Cuando sus pies descansaron en el suelo las miró de reojo y se dirigió hacia su prima.

-¿Qué hay, Draco? - Soltó sin más al no tener idea de lo que pasaba por su cabeza. No conocía tan bien a su primo, pero era consciente de que en el fondo él no odiaba a los sangre sucia y mucho menos a Hermione. Él sentía admiración hacia ella de alguna forma.

-Quería darte las bienvenidas a este loco lugar, o lo que sea. - Quiso sonar que pasaba un poco del tema, aunque estaba emocionado de que T/n estuviera allí. Ambos siempre se llevaron bien, y odiaba ser el foco de atención extensivo de tantas alumnas hablando en el sentido romántico. Quería la atención de otro sector por decir de alguna manera.

-Me alegra verte, gracias por las bienvenidas. - Ella sonrió acompañando su respuesta.

Hermione estaba confundida e intrigada mirando la escena. Draco parecía tenerle mucho aprecio a esa maga. ¿Eran amigos? ¿Vecinos? Esa opción era rara, no creía que ellos fueran a vivir en el mismo edificio, tampoco veía a Draco conviviendo con sus vecinos en el caso de que realmente los tuviera. ¿Primos? Tal vez, no apostaba, pero hay primos que no se parecen mucho y no era algo que se debiera descartar. ¿Pareja? Vomitó con tan sólo pensarlo.

-Por cierto, T/n... - hizo una leve pausa y sus ojos claros se encontraron con los avellana de Hermione, sintió una corriente eléctrica recorrerlo. - Te recomiendo que elijas las mejores compañías con las que pasar el curso. Mejor ven con los de sangre pura. Ya sabes, los que somos verdaderos magos. - Acabó de hablar con una sonrisa arrogante algo fingida y la chica de cabellos cortos se sentía confundida.

-Mira Draco, - hizo una pausa calmándose, respirando lentamente por la nariz. - aquí todos nos tenemos que respetar unos a otros, esa es la base de la convivenci-

-Pero mírala, si es una pobre sangre suci-

-Déjame terminar, Malfoy. - Un brillo rojo se cruzó como con cometa por sus ojos a medida que continuaba su discurso. - Ambos sabemos que esto lo haces por mí tío y que tú no eres verdaderamente así. - Al escucharla y ver ese destello nacer de sus ojos, sintió el verdadero terror.

-Has captado en mensaje, ¿verdad? - Frunció el ceño y le heló la sangre al rubio cenizo.

-Tsk, perdona, lo que sea. - Se metió las manos en los bolsillos y resopló. Se alejó lentamente hasta que Harry apareció hacia los tres y se quedó justo delante de la serpiente de buen parecido.

-Malfoy... ¿qué has hecho esta vez? -

-Caminaba para hablar con mi prima. - Dijo con simpleza. - Tranquilo, que no muerdo precisamente... Por cierto, te ves bien con la corbata algo desabrochada. No liges tanto por favor.

Harry se sonrojó ligeramente y vio como en contrario se alejaba como si no hubiera dicho la gran cosa.

"¿Qué acaba de pasar?"

Negó con la cabeza y llegó con T/n y Hermione.