Levitar [Hermione x T/n]

Capítulo IV

Harry se acercó a las dos jóvenes y alzó el brazo para saludar. Nada más verle, le sonrieron de vuelta, aún pensando en lo que acababa de pasar con Draco y las dos con pensamiento distintos de la misma situación. 

Hermione se alegró de que T/n hubiera puesto al rubio orgulloso en su sitio.

La de cabellos ondulados sí que había llegado a pensar más de una vez que Draco era un chico que debía mantener esa imagen de superioridad para que su padre pudiera estar orgulloso de él. De echo, en un momento, ese hombre de ¿35 a 40?, le dijo que Draco le había hablado de ella alguna vez. No supo exactamente cómo sentirse cuando aquello pasó.

Pero una duda no dejaba de matarla lentamente, como un puñal que te va atravesando muy lentamente la piel, hasta alcanzar tu corazón, y morir de cuajo.

En serio ¿qué se suponía que era Draco y T/n?

De tanto estar metida en sus pensamientos, apenas oyó la agradable voz de la Black retumbar en su cabeza. Dio un respingo para mirarla a los ojos y, ahora sí, escucharla con atención.

-¿Está todo bien, Hermione? - Preguntó la chica que tenía en frente con un notable gesto de preocupación marcado en el rostro. Sintió un pequeño rubor invadir sus mejillas. 

Al primer momento se limitó a asentir levemente con la cabeza mientras sonreía.

-¿Seguro? - Esta vez quien llamó su atención fue su mejor amigo, que también había notado ese repentino lapso de tiempo en el que Herms parecía ausente. 

-¡Que ya os he dicho que estoy bien! - Se quejó algo más alterada, no quiso admitir que se había puesto celosa de ese Malfoy por parecer bastante cercano a su nueva amiga... Pero realmente sí que lo estaba. ¿Celosa por una persona que acaba de conocer? ¿Qué se suponía que tenía ella, amor a primera vista? ¡JA! Que una persona te parezca linda, no implica que vaya a gustarte, ni mucho menos que vaya a ser el amor de tu vida. 

Lo aprenderá por las malas.

-Creo que tienes fiebre. - Comentó acercándose a esa bruja que llevaba tiempo admirando y soñando conocer por fin. Hermione frunció el ceño mirándola un momento y tratando de alejarse hacia el castillo de una vez por todas. Pero, a pesar de que sus pies se alejaron unos metros de sus dos amigos, se volvió a detener al escucharlos. 

-¡Tienes la cara roja! - Dijeron los dos. - ¡Casi como un tomate! - Añadió Harry. A esto T/n miró un momento al Potter, y poco después a la mujer que acababa de pararse. Se imaginó a Hermione como si fuera un lindo y, muy rojo, tomate. Estalló a carcajadas. 

-¿¡Ahora qué ocurre!? - Espetó ella sin entender por qué aquella maga se estaba riendo... Y por qué parecía que Harry le estaba susurrando algo en el oído, y T/n se reía y le devolvía el susurro haciendo que él también riera de forma sonora y divertida. 

Ella... ¡También quería enterarse del chisme!

-Nada, nada - Negó Harry mientras este movía de un lado hacia el otro su mano con intención de hacer creer a, una de las estudiantes más inteligentes de la escuela, que realmente no pasaba nada, o que por lo menos no se traba de ella de lo que el Potter y la Black estaban hablando. 

-No, no, tranquila, que no es nada. - T/n acabó su frase para reír un poco más fuerte. 

-Yo-

-¿Me podrían decir una buena excusa por la cual no están en el Gran comedor? - Harry, Hermione y T/n sintieron el verdadero terror durante un momento. Snape, aclaró su garganta durante unos segundos para mirarlos a los tres. - Parece que este año alguien se ha incorporado a el grupo de los metomentodos... - Suspiró cerrando los ojos, e erigiéndose más de la cuenta, hasta trastabillar hacia atrás un poco. - Señorita Black, - Ahora miró directamente a la susodicha. - espero ver grandes cosas de usted en este curso, y desde luego no se empieza por llegar tarde el primer día de clase. Es mi último aviso. 

Acabó arrastrando a los tres jóvenes hacia la entrada de tal asombroso castillo. Literalmente agarró por el pelo a Harry y a Hermione, y (en teoría) como no le quedaban más manos, T/n era algo arrastrada por la magia de su futuro profesor.