One Shots MDZS

3

Sin mucho que decir. Solo que amo el mar. 

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Lan Zhan
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Mar

Había navegado mucho tiempo sin dirección. Con los ojos cerrados veía un lejano pasado lleno de tantas locuras y amor. Las olas del mar del día de hoy estaban acompasadas, dulces, como si desearan arrullar a Lan Zhan. Era oscuro y la luna brillaba sin idea de que su brillo causaba en el hombre una melancolía sin nombre.

-... Wei Ying.

El nombre de su corazón lo decía en murmullos y gotas que se escapaban de sus ojos. Sus dedos tocaban el piano con la canción dedicada al amor de su vida, su único amor. Dijo que amaba el mar y por eso se encontraba allí, tocando para él. No había nadie más que él en el barco, así lo quiso, estar solo será la mejor forma de acompañarlo. ¿Estará mirándolo? Él se sentiría muy mal si lo viera así, desmoronándose con el pasar de los meses.

-... Esta es nuestra canción.

Ahora lloraba, no había forma de parar la pena que abrumaba su espíritu, ni lo roto que estaba su corazón desde que no está. Tocaré para ti hasta el día de mi muerte, había prometido eso en su boda, parece que no podrá cumplirlo.

La tonada era devastadora y sus hombros caían a su lado sin fuerza, suspiró y mordió sus labios. No había forma de suprimir sus sentimientos, era tan fuerte el amor que le tenía que no podía dejarlo ir.

La melodía se detuvo y Lan Zhan se quedó mirando la vista, era hermosa, demasiado encantadora que podía acallar los sollozos del hombre. Se levantó y fue a verla desde lo más alto, el viento era fuerte y zumbaban en sus oídos como gritos desgarrantes, no tan desgarradores como sus propios pensamientos. Estaba descalzo y aunque hacía frío su cuerpo pedía sumergirse en las heladas aguas bajo él. Se inclinó ligeramente hacia adelante.

-¡Lan Zhan! ¿Estás bien? Tranquilo. Aquí estoy, ven.

-¡Wei Ying!