One Shots MDZS

4

He escrito como 10 cortos en esto, pero solo van cuatro publicados, porque los demás no me gustan. 
Bueno, este escrito salió en la madrugada después de leerme Los siete maridos de Evelyn Hugo. No tiene nada que ver con ese libro, pero me inspiró a escribir, así que es bueno. 

-Esto quizá no tenga una segunda parte, si alguien desea tomar la idea, decirme. Ya que esto podría tener una trama o no, creo que tiene para dar más.

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Alfa

Mundo omegaverse.  

Jin Guangyao es un asesino. Nunca en su vida a esperado nada de nadie, y menos aún, ha sentido algo por alguien. Aunque la música clásica en el fondo de su habitación y el chorro de agua que limpia sus manos le produce un sentimiento y sensación de paz extraordinaria. El agua termina carmín, sus manos limpias y él renovado. 

Meng yao es un asesino peculiar. Tiene un fetiche un poco extraño, dice constantemente que él no tiene un tipo, estereotipo o algo distintivo en su presa cuando la elige, pero por cosas del destino, siempre han sido alfas. La primera vez que le quitó la vida a uno fue en la preparatoria, era joven y pasaba por su primer celo. Fue la única vez que tuvo miedo. En ese entonces pidió ayuda, estaba en el almacén del salón de deportes, el único que acudió a sus quejidos de auxilio fue su maestro, el cual intentó tomarlo a la fuerza aprovechándose de su situación. Meng Yao era joven y no tuvo miedo de enterrar sus dedos en las cuencas de su maestro, para luego, aplastar su cabeza con una bola sólida de acero. 

Su maestro era un bueno en el lanzamiento de bala. Era. Y Meng Yao era bueno matando bastardos como él y escondiendo cuerpos, y lo sigue siendo.

Meng Yao  es un asesino peculiar que también trabaja medio tiempo. En la mitad del tiempo que trabaja, su momento favorito es cuando llega a donde su jefe en una conferencia y lo ve hablando con alfas bastardos. Cuando él entra a la habitación puede sentir como ellos lo olfatean, como lo miran, lo que imaginan que pueden hacerle a alguien tan indefenso como él. Es su momento favorito por que puede escoger a su próxima presa. Claro, pero tiene que ser antes de las tres de la tarde, por que no puede perderse su hora de almorzar. 

Es un asesino con horarios establecidos y principios que mantiene con el tiempo. 

 Aunque él no se hace llamar asesino, en realidad, tampoco siente algún aire de justicia. Disfruta acabar con las feromonas que se expanden en el aire para infundir miedo a omegas como él. Lo disfruta, y cree que la palabra correcta para describirlo es "psicópata", es una palabra poderosa y cualquiera que lo escuche siente su estómago estremecerse. 

Mata por diversión, para su deleite y nadie a sospechado ni por un momento de él. Es razonable. ¿Quién le haría un mísero caso a un omega que te sonríe cuando te ve pasar como si estuviera cómodo a tu lado? Además, emana un aire de debilidad encantadora. 


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Hoy es como cualquier otro día. A las seis de la mañana, se ha levantado a servirse su desayuno, es sencillo, algunas frutas lavadas y cortadas, un vaso de leche y un pan. No come mucho, es algo delgado. A las siete y media, ya vestido, pide un taxi e insiste que el taxista sea un beta. Llega al trabajo y marca su entrada, la mujer alfa al lado de la puerta siempre a sido amable con todos, le sonríe y se va a su oficina. 

"¿Cómo era que se llamaba?... ¿Qingyang?"

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Hoy hay una conferencia. La empresa está a cargo del turismo en el país, tiene aviones, buses, carros y el día de hoy van a anunciar un contrato que se ha firmado con una empresa de última tecnología. Ahora ganarán más y las máquinas se fusionarán con tecnología de primera. Es bueno para la empresa, y divertido para Meng Yao, su jefe está contento, entonces significa que no tiene que escuchar sus estúpidas palabras de agobio. 

No lo ha matado, y no quiere hacerlo por que no tendría trabajo. Por si las dudas, su jefe se llama Zixuan. Es un alfa tonto y está felizmente casado. 

Entonces... Entró a ver la conferencia, que esta abierta a todo público. 

Quién pensaría que el mundo puede ser muy molesto a veces. 

Quién diría que uno puede pasar de no sentir nada a sentirlo todo. 

No fue hasta el día de hoy, en setiembre, de su sétimo año trabajando para su empresa, en un lugar lleno de gente, estudiantes, socios, periodistas y fotógrafos, un olor refrescante de rocío inundara sus pulmones y lo haga cerrar sus ojos inconscientemente.  

Captando su olor, grabándolo.

De un momento a otro sus ojos empezaron a buscar a la persona que le pertenecía ese aroma y corriendo de esquina a esquina intentaba hallarlo. No lo entendía, no se entendía. ¿De dónde venía todo eso? 

Se detuvo cuando casi llega al escenario. Era amplio y dorado. Paró en seco y por accidente sus ojos se encontraron con un hombre que saludaba a todos amablemente, tenía un terno azul marino y en su bolsillo izquierdo tenía un clip con una nube plateada. 

Meng Yao notó que ese hombre también lo buscaba con su mirada.

Entonces se sintió pequeño y su corazón se hundió. Era un alfa, era Lan Xichen, el actual jefe de la empresa de tecnología revolucionaria. 

Y él. Él era alguien al que le gustaba llamarse Psicópata. Era un homicida que disfruta matar a hombres como él. 

Pero no podía hacer caso omiso a su propia naturaleza, no era estúpido, ni ignorante. Él era el destinado de ese alfa, lo sentía en su pecho y ese sentimiento recorría su estómago, su piernas y brazos. 

Le había tocado un omega como él. Le había tocado el peor omega y Meng yao lo sabía.

Salió rápidamente del lugar.

Pero por alguna razón sintió que esto sería diferente, que esos ojos no se cansarían hasta encontrarlo. Que por primera vez, había dejado de ser él quien cazaba. 

Lan Xichen era su alfa y tiene que huir de él... o matarlo.