Hace años existió una leyenda, la leyenda de "los ángeles errantes"
Estos divinos seres poseían una belleza inolvidable, a la vista de Dios ellos eran una creación perfecta, sin errores, eran luz! ¡Eran la verdad! ERAN LA ESPERANZA!... Pero de qué?
Él necesitaba algo a qué darle todo lo que había creado, y miró alrededor, los dioses del Parlamento habían creado sus razas, los "seres humanos". ¡Qué creación tan perfecta! Llena de cualidades, cosas inesperadas, Dios! ¡Él también debía hacerlo!
Fue que ideó entonces su versión de tan majestuoso ser... creación divina: Adán y Lilith... Lilith...
Esa mujer, él sabía que ella no debía existir, pero si no lo hacía no le daría a sus ángeles la orden de esperanza.
Habló con el consejo de sus divinidades, pero uno de ellos se negó ante aquello:
"Todos deben ser libres y no depender siempre del otro!"... Tanto molestó a Dios aquello, pero lo dejó pasar, era el ángel de luz, el más bello, no quería perderlo.
"Eso no es necesario, él la protegerá a ella y es todo." El comentario del siguiente hizo sentir al señor que debía continuar su plan. Miguel conocía a la perfección lo que debía hacer, y era proteger, como macho... protegería a la hembra, y no más.
Pero cuando Dios estaba por comenzar, pensó que sería un gran problema dejar que vivieran tanto como él, así que les hizo mortales, les dió un lugar de descanso y dejaría que fuesen al morir, parte de su gran ejército de ángeles... hasta que pensó en prohibir algunas cosas, empezando por la homosexualidad, es lo que él más odio de Zeus, le daba asco tan solo pensar algo así, por tanto les prohibió a los humanos amar a alguien de su mismo sexo, en excepción de sus padres. Es así que tras pensar en todo lo que prohibiría, creó el infierno, dónde su más bello y fiel ángel regiría para castigarles por sus pecados. Pero de nuevo él se negó...
"¡No puedes castigarlos por amar!"
Fueron el detonante de su ira, entonces el amor que Luzbel le llegó a tener a esa raza, hizo que le castigaran y lo confinaran al infierno, dónde castigaría el pecado de sus amados seres.
Quién lo diría, ser castigado solo por amar...
Es así que empezó la rebelión, aquella en la que arrastró a un tercio de aquellos ángeles consigo, y al final... decidió no pelear más con su hermano, y aceptó el castigo. Castigo que trajo en consecuencia el apodo de Satanás, denominado innombrable en el cielo. Por ello, para no pronunciar el nombre de los traidores, Uriel, el ángel de la llama eterna les proclamó: "Los ángeles errantes"
Dios no sabía que tan testaruda y arrogante llegaría a ser Lilith, que no quería depender de Adán, no quería ser sometida a los pies de un hombre... y huyó...
Guiada por la ira llegó al infierno, dónde aquel majestuoso angel errante la recibió con poder, siendo ella el primer demonio en poseer un pecado capital: "La lujuria"
Entonces Dios decidió crear a una mujer hermosa por excelencia, pero debía hacer que ella no tuviera ese ideal de Adán... fue así que para silenciarla la creó de la costilla de aquel hombre, y esto la mantuvo a sus pies... aún cuando era libre.
De ahí en más, la historia la conocemos... ella fue tentada a robar una manzana y su exilio fue decretado.
Avanzó la historia, el humano después de millones de años era la civilización avanzada que quería descubrir el porqué de la razón, cada día era más la ira que Dios sentía, si creación divina empezaba a cuestionar su existencia, la existencia de tu creador! Pero a su vez, más almas puras e inocentes eran consumidas por abusos, el odio que se generaba entre cada ser humano empezó a colmar la paciencia de todo el Parlamento, hasta que tomaron la decisión de darle todo el poder a Dios. Era aquel que su poder era tan inmenso que les dió raciocinio propio a quienes debían seguirle, la capacidad de oponerse... él debía decidir qué hacer con esta raza.
Bajó a la tierra a escondidas del humano, vestido como peregrino, vagó por el mundo hasta que conoció a una bruja... la cual era la más poderosa de todas, de inmaculada belleza, pura e inocente mujer, que ayudaba a todos... jamás le negaría la ayuda a un peregrino hambriento, con un solo deseo.
Al adentrarse en el bosque encontró a está mujer y con su fiel acompañante, era un hombre de una altura bastante amenazante, pero una mirada inexpresiva... había algo en él que llamó su atención, pero ni él mismo supo que era... era un joven mago, podía manipular más cosas de las que Dios permitía, y quería ese poder en sus filas. Se acercó a él...
"Te puedo ofrecer más poder del que tienes ahora, harás lo que desees, y podrás reinar sobre otros, todo lo que siempre quisiste lo podrás tener, oro, mujeres, fama... todo lo imaginable, vida eterna...". Quiso convencer al hombre con estas palabras, pero él realmente deseaba algo semejante?
Sus pensamientos se alejaron del mundo y se centró en las palabras del hombre, ¿para qué quería más poder? ¿oro? ¿Mujeres? ¿Fama? Él era un simple mago que ayudaba a quienes lo necesitaban y no más. Amaba a una mujer, y tenía una buena vida... exceptuando algo... ¿Ella lo amaba? Conocía la respuesta, ese rotundo y suave "sí" le era suficiente para rechazar una oferta de tal magnitud. Él solo quería proteger a su amada bruja...
Está divinidad comprendió el deseo que el hombre nunca le dijo, pero en su corazón anhelaba... protegerla
"Usa todo este poder para proteger a tu amada mujer, ella es tu razón de ser, acéptalo y ella estará siempre a tu lado"
Aquel hombre le miró, entendió que no era un peregrino hambriento, desde el primer momento, nunca pudo haber entrado sin permiso de ellos siendo solo un humano... algo le decía que aceptará, pero por otra parte pensó en lo mucho que le carcomeria la ambición, el hecho de que tanto poder abrumara su mente y así perder el camino y hacer que ella muera por eso... ¿realmente lo quería?
"no puedo aceptar su oferta" Fueron las palabras que dejaron a Dios atónito, ¿realmente lo había rechazado? ¡¿Un simple mago, rechazó la oferta de Dios?!... Bueno, aún quedaba encontrarse con esa mujer, pero ese hombre sin duda... esa alma tendría que estar entre sus filas, y se aseguraría de ello hasta el fin.
Tras hablar con aquella mujer nuestro señor enfadado les condenó a ambos.
Una eternidad en soledad... él se vió obligado a reencarnar en un ser diferente, algo que él jamás quiso ser.
Y ella... se vería obligada a morir una y otra vez cada 20 años... sin oportunidad de una buena vida.
Le habían fallado a Dios. Cómo los ángeles errantes.
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Almas errantes.
De TodoEres realmente libre?... Ó seguirás siendo un esclavo eterno de la oscuridad de esta raza...? ADVERTENCIA!❗❗❗ Se tratan temas como: violación, violencia familiar, bullying, y/o acoso sexual.