-Razas Conflictivas- (Higuel) /!\pausa/!\

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Pov General

-Maldito cabrón, ¿Cómo se le ocurre desaparecer sin mas?- Marco miraba por todos lados buscando una señal de su primo mientras estaba anocheciendo .- ¡Se acabó!- gritó frustrado, Miguel había salido temprano a la mañana sin decir nada sobre donde iba, paso 2 días en hacer eso y la tercera era lo que acabo por frustrar a Marco.

Rápidamente se transformó en lobo de pelaje marrón oscuro, decidió salir de su trabajo de Vigía para poder encontrar al menor de los dos. Olfateando por el lugar donde ese había pasado, llego a algo que podría verse como un madriguera, era un trabajo bastante cutre por lo que supuso que Miguel lo había hecho por ser un alfa.

Pero otro olor apareció en la escena y estaba bastante presente dentro de la madriguera, el olor del humano que tanto volvía loco a su primo.

<Tenía que ser ese humano.> dijo en un gruñido, miro el piso y se sorprendió al ver dos tipos de huellas, dos de humanos pero el de lobo había desaparecido unos pasos antes.

Siguió el olor hasta encontrarse que llevaba fuera del bosque y iba hacia la ciudad.

<Ahora ¿en que te metiste?> dijo con molestia, detrás de un árbol volvió a su forma humana con su ropa y empezó a seguir su olfato que le indicaba el camino a seguir. Por desgracia para el licántropo, el olor de su primo desapareció en un punto del camino.

Sin opción, volvió hacia el bosque, no podía dejar su puesto. La manada necesita ser protegida. Marco, muchas veces, se maldecía a si mismo por no haber detenido a su primo 8 años atrás, piensa que la regla de no revelar que era un humano hasta que el niño cumpla 13 era una absurdez. Se alegra que esa regla ya no existe después del incidente.

Marco estuvo vigilando por unas horas mas en su puesto hasta que el olor de su queridísimo primo fue captado por su hocico. Esta vez no iba a escapar.

<¡Miguel!> dijo en un ladrido apena capto el pelaje marón claro que conocía muy bien.

<¡Ah! Hola primo.> las orejas del lobo claro apuntaron hacia atrás al ser llamado. La mirada de color miel de su primo era intimidante para el y solo el silencio reina el encuentro entre los jóvenes.

Luego de un corto tiempo en ese ambiente tenso, el Vigía decidió empezar a oler al recién llegado constatando el olor de varios humanos desconocidos y el extraño olor del humano Hiro. Miguel sabia que no podía ocultar tales cosas luego de pasar tanto tiempo con ellos así que se rindió sin mas a la inspección. <Miguel, hace poco acepté ser mas amable con el humano pero ¿ahora me sales que fuiste a su mundo?> salió eso en gruñido y como si no faltaba, Marco empezaba a tomar una pose mas dominante.

Al mismo tiempo, Miguel se hacia mas pequeño bajando sus orejas y escondiendo su cola, la escena podría ser igual a una madre regañando a su hijo luego de haber hecho una travesura. <Bueno...tampoco es la primera vez.> y Miguel fue callado con un gruñido.

<Volve a la manada.> saco en un bufido. <Avisare a los otros vigías de no dejarte salir de la limite.> termino de decir para relajar su postura.

<¿Que? ¡No!> fue callado con un otro gruñido pero mas fuerte de parte de Marco.

<Has lo que te digo, no quiero que el incidente de hace 8 años vuelva a ocurrir.> miro con determinación en cumplir su deber.

Miguel se rindió ante tales palabras, ese día fue un horror para la manada que vivía en paz en el mismo lugar desde hace docenas de años. La inadvertencia de un Vigía sobre el escape de una cachorra provocó una ola de humanos contra la manada. Los estándares para ser un Vigía a aumentado luego de ese día y como era esperado, Marco mas preparado que todo esta para proteger la manada.