gatito || minsung.

I

• V E R S I Ó N  N O R M A L •
MinHo: cliente.(25)
JiSung: traje de gato(trabajador).(20)

El par de compañeros caminaba con tranquilidad, sintiendo el frío viento chocar contra ellos, expulsando su aliento contra sus manos para mantenerse algo calentitos. Uno de ellos alzó su mano, deteniendo un taxi, adentrándose ese par al auto e indicar el nombre del lugar al que iban.

Al llegar a su destino, HyunJin bajó del auto primero, pagando el trayecto, pues hoy era un día especial para MinHo y quería que él disfrutara al máximo el día de hoy.

MinHo se detuvo justo al lado de su amigo, observando detenidamente las afueras del lugar; con sus paredes negras y su llamativo nombre en luces rojas y púrpura oscura.

Un suspiro hizo que HyunJin carcajeara con fuerza, palmeando varias veces el hombro de su amigo, pasando su brazo por encima, arrastrándolo para ingresar al misterioso y para nada puro lugar.

Un hombre de traje negro abrió la puerta para el par, sintiendo de primeras un envolvente calor proveniente del interior del lugar. Con sus ojos bien a abiertos miraba para todos lados, notando las parejas, tríos y hasta cuartetos que se besaban, se manoseaban o coqueteaban.

HyunJin silbó con descaro al ver los hombres y mujeres con trajes reveladores y máscaras que les hacían ver más misteriosos. Dirigió sus ojos por todo el lugar, fijándose en una mesa vacía, llevando consigo a MinHo hasta esta.

Obligó a su amigo sentarse, parecía en shock, tal vez algo incómodo y lo podía notar por esa mirada perdida. Una chica de falda negra con un crop top y una máscara que cubría parte de su rostro, se acercó a ellos con una sonrisa, dejando un par de cartas para que ambos miraran el menú.

HyunJin le sonrió de vuelta a aquella chica, quien con una mordida de labios se dio la vuelta, contoneando sus caderas mientras se alejaba.

—Esto será increíble. — Dijo HyunJin eufórico al ver un par de chicos con arneses y gruesos collares en sus cuerpos, recargándose en el espaldar del mullido sillón.

— Creo que esto es una mala idea, Hwang. — Por primera vez habló el pelinegro, a lo que la sonrisa de HyunJin se borró cuando escuchó la negativa de su amigo.

—Me importa un carajo, te traje aquí para que tengas sexo, no para lamentarte. — Dijo HyunJin mientras observaba la carta, decidiéndose por un martini.

MinHo rascó su nuca con algo de indecisión, podía sentir el olor a sexo por todo el lugar, veía pasar a los chicos y chicas con trajes pequeños y sexys, pero en vez de excitarle, solo le incomodaba cada vez más.

Nuevamente la chica de antes se acercó a la mesa, recogió las cartas y anotó los pedidos de ellos, aunque HyunJin pidió por ambos, ya que MinHo ni siquiera quiso mirar la carta.