El diario de una diferente

Capítulo 2: "Día desastroso"

Y otro día más, y otro madrugón más. Es el segundo día de insti, solo deben quedar aproximadamente... 100 días? O más? Sí, yo creo que más. Pero prefiero no contarlos teniendo en cuenta que en la mayoría de estos días tendré examenes.

Desayuno, me visto y me voy al instituto, otra vez. Y como soy muy lenta, llego tarde. El año pasado ya pasaba, siempre llegaba tarde, entonces... Este año no será diferente. Solo llego cinco minutos tarde, pero si hay algo que odian los profesores es la falta de puntualidad así que ya tengo a la profesora Annie mirándome con cara de asco.

Me siento en mi pupitre y se acerca a mí. Toda la clase mira.

—¿Por qué todos llegan pronto y tú no? ¿Es que a caso te crees más que los demás o algo?-pregunta ella.

—Había atasco-miento-. No es culpa mía que el coche de delante sea un m...

—¡Mentirosa!-me chilla interrumpiéndome-. Sino, casi todos hubiéran llegado tarde, pues casi todos vienen del mismo sitio que tú.

—Sí.

—Tienes una falta.

—¿De asistencia? Venga ya, pues para eso me voy.

—De asistencia no, de comportamiento.

Sí, en el instituto nos ponen faltas por la mínima cosa que hagas. Es un papel que indica a los padres que no has tenido un buen comportamiento. A veces simplemente indica que te has dejado un libro. Cualquier tonteria es excusa para que ellos te pongan una falta. Luego se van acumulando y a las veinte... Para casa que te vas. A no ser que hagas algo muy muy malo, entonces te vas antes.

La miro con cara de circunstancia y todos los demás hacen comentarios entre ellos. El de detrás solo se limita a darme palmaditas en la espalda como para felicitarme.

—¿Quieres dejarme en paz retrasado?-digo enfadada y poniéndome roja.

—¿Quieres una más?-me pregunta la profesora Annie mientras al chico que tengo detrás se le escapan unas risas.

Después de dos horas eternas de castellano e inglés con la profesora Annie suena el santo timbre que indica que ya podemos ir al recreo. Voy y me junto con mis amigas.

—Hemos visto el tablero-dice Iris riéndose-. Has sido la primera de todo el instituto a la que le han puesto una falta.

—¿El tablero?-pregunto seria.

—Sí. Este año ponen una lista con todos los alumnos con faltas. Estás tú ahí-dice riéndose el doble.

Miro el suelo avergonzada. La mayoría de personas se sienten guays cuando les ponen una falta, pero yo no. Bueno, tampoco me traumaré, lo pasado, pasado está así que en sonar el timbre subo a la clase como si no hubiera pasado nada.

Entra el profesor Steve a darnos clase de naturales.

—Bueno, costará aprenderme los nombres-bromea-. Sobre todo el de esa señorita-me señala-. ¿Dónde está tu papel, chica sin nombre?

Saco el papel que pone mi nombre, el papel de ayer, el que lo escondí por si a caso. Me mira riéndose esperando a que diga algo, pero no lo hago. Miro mis uñas, para disimular, mientras me doy cuenta de que están mal cortadas, sin pintar, lo contrario al resto de chicas.

—Enséñame tus uñas-me dice.

—No-digo poniéndolas debajo del pupitre.

—Como te las miras tanto he pensado que quizás sean bonitas.