1. Mala noche

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Desperté por un estúpido ruido, tire la almohada a la ventana tratando de callarlo pero el ruido se hizo más fuerte, alce la cabeza y los ruidos pararon, pero antes de recostarla en la cama volvieron los ruidos.

—¡NO JODAN QUIERO DORMIR!-grite parándome caminando hacia mi ventana. Mire hacia abajo y ahí estaba el tonto de mi hermano, abrí la ventana mirándolo con el odio del mundo—¡Idiota! ¿Olvidaste las llaves?—susurre, mi idiota hermano salía de noche para andar de fiesta en fiesta mientras yo cubría su pellejo para que no le coloquen las pelotas de moño, lo que mi mamá haría si se entera. Le tire la escalera plegable, el subió con cuidado, hasta que se abrió mi puerta, tire las escaleras con mi hermano en ellas, escuche un quejido y los arbustos moverse

—¿Dylan?—escuche una grave voz, me di vuelta inmediatamente al saber que era Mark, mi padrastro

—Mierda, ¿no te enseñaron a tocar? pude haber estado desnuda— Susurre, me acerque a él enojada.

—Perdón, escuche ruidos—se disculpo rascándose la nuca, suspire y lo eche de mi pieza. Asegure mi puerta y corrí a la ventana

—¿Kendall?—trate de localizarlo con la mirada, el levanto un brazo y hice una mueca de dolor, cayó en el alambrado—¿estás bien?— El alzo el pulgar arriba—¿puedes levantarte?—seguí insistiendo, el movió el dedo de un lado al otro indicando que no, camine a mi armario y saque un abrigo, agarre unas sabanas y las até, las ajuste a mi cama y con miedo me deslice en ellas, pero un problema, yo no pesaba 5 kilitos, la gravedad hizo lo suyo y me tiro al frio suelo, empecé a titiritar del frio, era invierno yo estaba con un short para dormir y un simple abrigo. camine hacia los alambres y patee a Kendall —¿estás muerto?— el no respondió —me quedo con tu Play 4— dije con indiferencia, el abrió los ojos e intento moverse a lo que soltó un quejido

—¿puedes ayudarme?—suplico —¿por favor?—lo pensé un momento

—¿les dirás a tu amigos que ya no me jodan?—sonreí sínica, el asintió, o más bien intento—¿me llevaras a donde yo quiera?— el me miro suplicante

—por favor Dylan, duele como mierda—se quejo tratando de levantarse, agarre su brazo y tire de el, tenía su ropa rasgada y un par de espinas en el frente

—¿te duele?— miro detenidamente sus heridas

—No Dy. Se siente muy bien deberías probarlo. Mejor todavía, yo te tiro y vos te caes— dijo con un sarcasmo de la puta madre

—Vale. No fue mi culpa, me asuste— me cruce de brazos —agradece que me inmute a ayudarte porque si fuera por mi estaría en mi cama durmiendo como un oso invernando— veía en sus ojos que quería golpearme, mi manera de hablar no era con ternura o arrepentida, yo siempre fui sínica y sarcástica. Parida y mandada. 

—Mark casi te descubre—largue un suspiro cansado, me acosté en la fría nieve, tenía un sueño que si fuera por mi dormiría en un contenedor de basura, escuche a Kendall gemir, debe doler como mierda caerte 4 metros a un alambrado de púas y a un arbusto de rosas con espinas

 —¿Dyl?— llamo mi atención, yo le respondí alzando mi cabeza —¿me ayudas?— giro y tuve una vista de su culo infestado de púas y espinas, sisee y me senté en el frio suelo cubierto de nieve. Mire su trasero y empecé a sacar con cuidado las espinas, gimió de dolor un par de veces.

 —¿te duele?—pregunte, a penas termine el exploto

 —¿PUEDES DEJAR DE PREGUNTAR ESO POR LA ULTIMA MALDITA VEZ QUE TE LO PIDO—grito asustándome, odiaba que me griten. me mordí los labios y termine con su maldito problema, camine a la casa y abrí la puerta, ahí estaban parados mamá y Mark

 —buchón— mire acecina a Mark

 —se puede saber que mierda estabas hacien... ¡KENDALL! por dios, amor ¿qué te paso?—mientras mi mamá revisaba a Kendall me dedique a mirar a Mark con el odio del mundo, hice un ademan con los brazos pronunciando "estás muerto" sin hablar, mi mamá me miro a lo cual deje de hacer gestos.

 —¿y vos seguís acá? ándate a dormir, mañana tenes escuela.—me grito, aproveche el momento para gritarle a Mark

 —BUCHONEAME ESSSSTA.—hice un ademan con mi mano y el quedo perplejo. Mi mamá me miro con asco

 —Dylan sos una mujer no un hombre—movió sus manos en forma inaceptable.

 —¡tu novio es un cucharita de farmacia!—exclame frustrada, corrí escaleras arriba y me tire en mi cama acurrucándome. Sentí a alguien recostándose a mi lado, mire y era Kendall, lo patee haciéndolo caer.

 —¿qué mierda estas pensando? vos no te quedas— lo eche, este chico apestaba como mierda y pesaba más de 320 kilos, se volvió a acostar pero esta vez más cerca mío dejándome sin espacio haciéndome caer. 

—mi habitación huele raro— se acomodo cerrando los ojos

 —¿será porque no te bañas hace semanas?-mordí mi labio tratando de tirarlo nuevamente pero no pude. Suspire rendida. Agarre una frazada y mi almohada. Fui a la sala y me recosté en el sillón

 —¿Dylan?-escuche una voz, era mi mamá 

—Hola—dije acurrucándome en el incomodo sillón

 —¿por qué estas durmiendo en la sala?

 —pregúntale a Kendall

 —uh, de nuevo su habitación

 —sep.—trate de dormir pero mi mamá volvió a hablar.

 —No podes dormir en la sala, ¿sabes cuánto me costaron esos sillones?—prácticamente me saco a patadas de la sala, camine hacia el baño y me recosté en la bañera, cerré mis ojos unos minutos hasta que un brillo me alarmo a abrir los ojos, escuche a mi mamá gritar

 —Hola— la salude con una mano ella enfurecida se acerco a mí y me jalo del brazo

 —¡NO PODES DORMIR EN EL BAÑO!—me grito arrastrándome. Camine con la cabeza abajo con mi frazada envuelta a mí y mi almohada en mi mano, camine a el patio trasero ya se todos dirán —Dylan, sos una idiota si pensas dormir ahí— y bueno estarán en lo correcto, prefiero morir de hipotermia a morir de sueño. Cerré los ojos mientras titiritaba, mordí mi labio tratando de calmarme, mejor era dormir en el pasillo, me levante y camine a mi casa nuevamente, entre a la cocina, mire la mesa, tire todo a la mierda y me acosté encima. Escuche un ruido, quizá mi tonta y adormecida imaginación. Cerré los ojos pero escuche otro crujido que me hizo abrir los ojos, los cerré de nuevo pero de pronto estaba en el suelo, la mesa se había partido en dos y yo ya no tendría cabeza para contarlo. Cerré los ojos y dormí ahí plácidamente. 

laik si yoraste
laik si no yoraste

bue re pelotuda soy. dejenme

No soy otra típica rubia. Libro#1 [Humor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora