CAPITULO 6: Michelle

1 1 0
                                    

Me asustó el mensaje.

Me quedé sin palabras. Unos segundos después, la persona desconocida me envió una captura de Maps, en ella salía la dirección de mi casa.

Seguramente tampoco se lo puedo decir a mis padres. Tenía mucho miedo.

10:37 a.m

Normalmente me gustaban los viernes, pero hoy a sido uno de mis malos días.

Por la mañana, una nueva compañera vino a nuestra clase, Michelle.

Michelle tenía ojos marrones y pelo brillante tintado de morado, se hacía dos moños en el pelo y se dejaba caer en su frente dos mechones de pelo que después con los dedos los movía detrás de la oreja que además parecía que se las estaba masajeando mientras lo hacía.

Michelle se sentó a mi lado. Se me hizo extraño porque habían 2 asientos libres para que eligiera. Literalmente había un asiento libre al lado de Manuel y otro en la derecha de María. Supongo que como es nueva, no conoce bien a las personas y no sabe que cuya gente es muy popular.

Michelle se sentó y me saludó, y yo como buena persona le saludé también.

11:17 a.m

Era la hora del recreo. Era mi oportunidad de lograr saber quién sabe sobre el mensaje desconocido. Necesitaba estar sola para observar la actitud de la gente y lograr saber quién sabía sobre el tema.

Me senté de rodillas en una esquina del patio y empecé a mirar. Sí, parecía una acosadora.

Vi a Alonso de la clase del frente, la clase B. Alonso estaba sentado en una esquina como yo, me pareció que estaba haciendo lo mismo que yo.

Tuve curiosidad así que me acerqué a él para interogarle solo unos minutos. Pero, el se fue corriendo. Me dió aún más curiosidad y le seguí.

Mientras corría me choqué con Michelle.

- Lo siento, ¿Estás bien?- Dije.

- Sí, ¿Y tú?

- Bien.

- ¿Porque tienes tanta prisa?

Aparté la vista para ver si aún tenía a Alonso a mi vista y podrías seguir vigilandole. Pero no le encontré así que me concentré en la conversación.

- Bueno... Solo estaba jugando, nada más.- Respondí.

- Laura...

- ¿Sí?

- ¿Porque tenías tanta prisa?

Me preguntó lo mismo, me estaba incomoda. Me miraba fijamente. Y aún sin saber la razón, tenía vergüenza de decirle porque tenía prisa.

- ¿Jugando...?

- Jajaja, te has puesto roja. ¿No eres bastante mejor para jugar al pilla pilla?

Bajé la cara, era imposible mirarla a los ojos, dejando de lado que medía unos 10 centímetros más que yo.

- Laura.- Dijo Michelle.- Ayer, por las 6:40. ¿Recibiste algún correo "electrónico" anónimo?

- ¡Sí! ¡Tu eres uno de las 5 personas!

Michelle chistó.

- Laura, no alces la voz. Además, si no te has dado cuenta has dicho la palabra "cinco".

Me quedé horrorizada, dijo que habrán consecuencias si pronunciaba una de las palabras prohibidas hacia alguien que fuera de las (ese número) de personas. Pero después de unos segundos me dí cuenta.

- ¡Michelle! ¡Tu también has usado la palabra prohibida!

- ¿Qué? No.

- ¡Sí!

- ¡Aaaah!

- ¡Aaaah!

- Jajaja, Laura... No te preocupes.

- ¿Eh?

- Nada de esto es real. Espera, te lo explico. Yo, como no soy tan confiada le enseñé el mensaje a mi padre. Mi padre es policía así que investigó el caso y me dijo que no había nada de que preocuparse, porque si no has estado en contacto con otra persona que no conoces, y estás segura de que no te ha puesto algún tipo de micrófono en la ropa o en la piel para escuchar tus palabras no hay que preocuparse, y además esa persona tiene que ser muy novata para enviar un mensaje así cuando saben que la policía sabe que sabemos su número. Vamos, que cualquier plan que tiene esa persona va a fracasar.

- Es verdad... Tienes razón.

- Si quieres saber más puedes consultarme y se lo preguntaré a mi padre. O puedes ir tu misma a decírselo.

- Buena idea.

- ¿Que tal si vienes a mi casa está tarde y le dejas tu móvil a mi padre para que vea que eres una de las cinco personas y hablamos sobre el tema? Puede ser que a tí te lo haya escrito de otra manera. Mi padre me a dicho que la forma de escribir influye en el estado de ánimo de cuya persona. Puede ayudarnos mucho tu colaboración.

- Claro, pero primero tengo que decirles a mis padres, ¿Te importaría esperar un poco?

Sonó el timbre de la escuela para irse a clases. Michelle me dijo que siguieramos caminando hacia las clases y dijo:

- No hace falta decírselo a tus padres, solo tardará unos minutos.- Continúo Michelle.

- Vale.- Contesté.

Al entrar al aula, Manuel me empujó y me lastimé la muñeca al caer.

- ¡Hay, lo siento, Laura! La princesa se hizo daño.

Después de eso todo su grupo de supuestos amigos se rieron, incluído Ray y Noah. Marcos también estaba ahí.

- Es mejor ser una princesa que ser como tú Manuel.- Añadió Marcos.

- Así es.- Dijo Michelle.

Me sentía avergonzada porque tampoco es que necesitaba que me defendieran. Tampoco es que fuera tan malo el término de princesa.

Manuel miró a Marcos, después a Michelle.

- Está princesita a necesitado mi amor y ahora se a cabreado porque no lo consiguió. Moved.

Nos apartó del camino y siguió el suyo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 18, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

DIE DECENTLY - Laura Burgos TrustDonde viven las historias. Descúbrelo ahora