2- Algo sospechoso

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Nada. No había absolutamente nada. La cama estaba echa, las cortinas abiertas, pero mis padres no estaban, todo estaba perfectamente organizado, pero ellos no estaban. No sabía si ponerme feliz o asustada. Por un lado, me encantaba estar sola, en la casa sin nadie más que me moleste, pero por otro lado sé que mis padres jamás se irían sin decirme algo o incluso me hubieran dejado una nota. Me relajé, después de todo puedo cuidarme sola, y además iba a aprovechar esta espléndida ocasión. Bajé a la cocina y me preparé algo simple para desayunar, huevo frito con jugo de mandarina. Comí muy tranquila, el sonido de la fauna me relajaba de sobre manera, y era maravilloso poder desayunar sin tanto ruido en casa. Cuando termine mi huevo y tomé el último poquito de jugo, lavé los platos y subí para bañarme y ponerme algo cómodo.

Salí de la ducha, me sequé el pelo con una toalla y me envolví con ella. Abrí mi closet y empecé a ver que podía ponerme. Habían muchas faldas y vestidos, cosa que no me pondría, si hoy iba a estar sola me rehusaba a ponerme una cosa de esas. Vi entre uno de los vestidos que más odiaba, un suéter que me compró mi tía para mi cumpleaños 13. Mamá nunca me lo dejo ponerme, incluso estaba a punto de botarlo, por eso me tocó esconderlo en mi closet. Lo saqué del gancho y me lo puse, dos palabras: me encanta. El suéter era azul verdoso y en el centro tenía estampado "Mary Jean", y solo por eso se había ganado mi total aprecio. Mi nombre no era uno muy común, así que es bastante complicado encontrar algo que lleve mi nombre. Me puse unos jeans que mi mamá tampoco me dejaba usar, los jeans me lo regaló mi mejor amiga a escondidas, ella sabía que no tenía muchos pantalones y ella no lo usaba mucho, entonces decidió regalármelos. Mi teléfono sonó, me voltee y lo revisé, debían de ser mis padres, tal vez me escribieron pero apenas me llega el mensaje. Lo encendí y leí el mensaje que me llego: "Hola amiguis :D, quería saludarT para saber como estabas. Me entere que anoche tubistes cena familiar, dime como t fue :T??". Ahh solo era Andrea, siempre se preocupa demasiado por mi, pero adoro que hiciera eso, me hace sentir especial, como si fuera su hermanita y me tiene que cuidar. Le respondí: "Como siempre, solo hablaron de lo mismo y ademas por estar agradeciendo la comida estaba fria -_-. Solo me fui y me dormi temprano. Y tu, que hiciste para navidad xD?". No hubo respuesta por un tiempo, supongo que se fue a hacer otra cosa. Dejé mi teléfono en la cama y bajé. Vi el reloj que estaba pegado en la pared, marcaba las 10:24. Me dirigí al armario de arte, como marcaba la etiqueta en la puerta y saque mis cosas para pintar. Ese día tenía menos cuarenta por ciento de creatividad, pero igual iba a intentarlo. Quería probar algo diferente por eso decidí hacer un dibujo realista. Ese no es exactamente mi fuerte, pero siempre hay que intentar cosas nuevas. Aproveché que una ardilla se posó en una ventana, le tomé una foto y empecé a pintar.

Wow, nunca me había quedado una pintura realista tan bien, me sentía muy orgullosa de mi obra de arte. Mi estómago gruñó como si me estuviera gritando "Oye, aliméntame humano!" Cerré la caja de pinturas y me paré de la butaca donde estaba sentada. Caminé hacia la cocina y abrí el refrigerador para ver que podía comer. Opté por un sándwich de queso crema con mermelada. Saqué el pan y el queso crema, la mermelada estaba en la alacena por ende tuve que dar media vuelta a la casa para poder coger el tarro de mermelada. Llegué por la parte de atrás y abrí la alacena. Busque en la derecha en donde se supone que debe de estar el tarro de mermelada. No lo vi por ningún lado. Busqué por otras partes pero tampoco lo encontré. Agh, se debió agotar en la cena de Navidad. Espera... ¡Navidad! Los regalos! Se me habían olvidado por completo. Corrí hacia el árbol de navidad y me fijé si los obsequios seguían en su lugar. Me relajé cuando vi que aún yacían ahí. Me arrodillé frente al árbol y agarré el regalo más cercano a mi. La etiqueta decía: "De avô a minha linda neta". Lo cual en portugués significa; del abuelo para mi nieta bonita. Me acuerdo que una vez el abuelo me dijo que había tomado cursos de portugués. Lo desenvolví con cuidado de no romper la perfecta envoltura. Como lo predije, era el pendiente que me prometió hace un año. Era hermoso, desgraciadamente solo había uno, el otro se perdió con el paso de los años, pero igual era precioso. No sabía qué clase de gema era esa pero era de un tono azul pálido. Tenía cubierta de oro que parecía una enredadera o un pulpo agarrando las gemas.

Navidad a solasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora