3- En busca de lo ya perdido

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10 metros, solo camine 10 metros y ya extrañaba mi hogar. Estaba exagerando, solo soy la niña de mamá que jamás a visto el mundo sin murallas ni fachadas falsas, experimentaría algo más fuerte que un huracán, excepto que el huracán es de emociones y el viento son las personas de esta sociedad. Sip, definitivamente estaba exagerando. Miré hacia abajo y caminé lo más rápido que pude, solo por si me arrepentía. En un punto me vi obligada a levantar la cabeza, porque había mucha gente y era mejor estar pendiente de todo. Entonces, paso número 1; pensar donde pudieron haber ido mis padres. A ambos les gustaba la botánica. Podía ir al jardín al que siempre iban. No era muy lejos y por fortuna se donde queda. Lo malo es que no se como ubicarse, generalmente iba en carro por ende no tengo ni idea como llegar. Tal vez si seguía las calles como si fuese un carro me ayudara a ubicarse? Voy a intentarlo. A lo lejos vi la panadería donde aprendí a hacer un pan sin que me quedara crudo por dentro. Eso es bueno, eso quiere decir que voy en la dirección correcta. Caminé hasta que pude ver algunas plantas que colgaban del techo de un local al otro lado de la carretera. Mire antes de pasar la calle y me acerque hasta la puerta. La empuje como indicaba el letrero pegado en la pared. Una campanita sonó apenas la puerta se abrió y se cerró, gracias a esta el dueño del local que estaba en el mostrador notó mi presencia ahí.

-Hola pequeña, puedo ayudarte en algo?- Dijo el hombre con una voz muy formal.

-Emm, en realidad sí. ¿De casualidad una tal Mónica Jonhson o un tal Erik Jonhson han estado aquí?

-Tienes alguna foto de ellos?- Saqué mi teléfono de mi mochila, busque una foto de ellos dos y se la mostré al señor.-Lamento decirte pero nadie así ha venido acá.

-Y el del turno pasado? No habrá visto algo?

-Cariño, soy el único que trabaja aquí por los días.-Bueno, eso era malo.- ¿Acaso esos son tus padres? Te abandonaron o algo así?- No puedo creer que acabo de conocer al hermano gemelo perdido de Andrea, son idénticos en cómo se comportan frente a una situación como esta.

-Ah, no es que estoy en un club que se llama "pequeños detectives", y tenemos que encontrar a personas "desaparecidas" y hacemos diferentes tipos de competencias, ahora tenemos que encontrar a esos dos, pero no se preocupe, son solo actores. No están desaparecidos de verdad.

-Oh, bueno, entonces espero que ganes la competencia.

-Muchas gracias señor, y le agradezco enormemente su información.- Es ahora cuando me di cuenta de lo buena que soy mintiendo. Ni siquiera dudo sobre ese "club". Y yo que pensaba que era tan mala mintiendo como pinocho. Pero eso me daba un punto extra, si estoy en aprietos por lo menos puedo inventar algo y salirme con la mía. 

   Me giré y salí de la tiendita. "Respira hondo" me dije a mi misma, estresarme no me ayudaría en nada. Ahora, ¿en donde más pudieron estar mis padres? La cafetería Balum, sé que ellos se conocieron ahí y desde entonces cada día 7 de cada mes, iban a allá, como un mini aniversario. Podía buscar ahí. Lo malo es que no tengo ni idea donde queda eso. Pero por fortuna, tenía mi teléfono. Lo prendí y abrí Google Maps, puse en el buscador "Café Balum". Me mostró la ruta más rápida para llegar allá. Mientras seguía obedientemente el camino que me marcó Google Maps, la luz del cielo se fue apagando poco a poco. Rayos, se estaba oscureciendo. Aceleré el paso para llegar lo más rápido posible. Cuando el GPS me avisó que había llegado a mi destino, empecé a buscar el café. Nada parecido a lo que papá me había descrito estaba por ahí. Extraño. En mi celular busque "Café Balum". Aparecían fotos del café y algunos productos que vendían. Seguí bajando para ver si en algún articulo decía que se habían cambiado de lugar. Uno me llamó la atención: "¡Café Balum cierra sus puertas por la crítica de M. Pardon!" Demonios, habían cerrado, de razón no están aquí. Ahora tengo que pensar en otro lugar. El único que se me ocurre, es el bosque de eucaliptos. A ellos les encantaba acampar en ese bosque, decían que el olor de los árboles era un descanso al olor de la ciudad. No me queda de otra, tengo que entrar al bosque. No es nada del otro mundo, pero no soy muy fan de entrar a un bosque totalmente sola por la noche. Pero si no hacía esto, tal vez jamás encontraría a mis padres. Me encaminé hacia el bosque con paso vacilante. Al principio había muy poquitos árboles y aún se podían escuchar algunos autos pasar de vez en cuando. Pero entre más adentro caminara, menos podía escuchar los sonidos de la civilización. En algunos árboles había cintas de colores. Una vez papá me había explicado que esas cintas son para los que acampaban o hacían montañismo. Y que si algún día me daba por ir al bosque, la mejor opción es seguir un color. La cosa es que solo me acuerdo de lo que hacían dos colores. Sé que el azul es para escalar y rutas seguras que te llevan a lugares de picnics. Y el amarillo es para los que hacen senderismo o los científicos que investigaban en el ecosistema. A mamá y papá les gusta hacer picnics, por eso creo que la ruta más viable es la azul. Busqué un árbol con una cinta azul. Habían verdes, naranjas, rojos, amarillos y violetas, pero no veía ninguno azul. El violeta no es parecido al azul? Tal vez llevaban a lo mismo.

Sentía como si mis pies estuvieran sangrando. Llevaba caminando más de una hora y aun no encontraba algún picnic o algo donde pudiera descansar. En un punto estaba tan cansada que simplemente me tiré al suelo. Las lágrimas empezaron a salir sin control de mis ojos. Todo era un completo desastre. Ya me imagino las noticias de mañana: "Niña de 14 años es encontrada muerta en un bosque de eucaliptos." Solo quería regresar a casa y abrazar lo más fuerte posible a mis padres. Quería disculparme por lo tan mala hija que había sido. Hacía un frío tremendo, aproximadamente 10 grados. Si me quedaba ahí, iba a morir o por hipotermia o porque un oso me coma. Acepté mi destino, con miedo pero estaba lista para morir. Cuando ya no había esperanzas, siento algo cálido que me agarra. Me hizo sentir segura, y a salvo de cualquiera cosa que me amenace. Algo o alguien me puso una cosa cálida encima. Olía a guardado y extrañamente, no quería despertar del todo, porque si lo hacía, el verdadero mundo se pondría en mis hombros otra vez. 

Navidad a solasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora