Capítulo 10: Revelaciones

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Wei Ying está demasiado derrotado por la vida como para avergonzarse de derrumbarse en la terapia, si no puede perder la cabeza aquí, entonces ¿dónde? "¿Cómo puede ser real si es lo opuesto a la realidad? Ahora siempre camina hacia mí, pero durante años me pasé la mayor parte del tiempo viendo cómo se alejaba. Definitivamente nunca había estado en su casa ni tenía su información de contacto, ahora vivo allí. Siempre evitó cualquier contacto físico conmigo, ahora nunca estoy lejos de sus brazos, así que ¿cómo es que esto no es un sueño?". Las lágrimas fluyen todo el tiempo que confiesa, sus brazos se aferran a los de Lan Zhan para estrecharlos más a su alrededor, como si pudiera aferrarse más al sueño ante su confusión.

Las lágrimas de Lan Zhan se unen a las de Wei Ying, "Antes no estaba permitido". Apoya la cabeza sobre la de Wei Ying, sintiendo el peso de años de negación.

El Dr. X se sienta tranquilamente mientras Wei Ying se agota antes de continuar: "Es hora de que definamos la relación que comparten ahora".

Wei Ying se acurruca en el cuerpo de Lan Zhan, como para desaparecer en él. Sacudiendo la cabeza como un niño pequeño, susurra: "¡No!"

El Dr. X no está convencido. "Sí. Las zonas grises crean sombras donde las dudas pueden acechar y abalanzarse cuando menos lo esperas. Wei Ying, creo que tienes que empezar. ¿Qué quieres de Lan Zhan?"

Una risa amarga brota de él: "Todo". Espera las sorprendidas acusaciones de que cómo podría creer que podría merecer algo así, pero sólo hay silencio.

El Dr. X asiente, "¿Por cuánto tiempo?"

Tres pequeñas palabras desinflan el desafío del cuerpo de Wei Ying, sus hombros se encorvan en señal de derrota. Puede sentir la tensión en el cuerpo de Lan Zhan aumentando, alimentando sus propios nervios. Sabía que el final llegaría, la vida nunca lo dejaría aferrarse a algo tan bonito como este sueño. Derrotado, presenta su deseo: "Para siempre".

Un jadeo sopla suavemente junto a su oreja, acompañado de unos brazos que se tensan para acercarlo. Sin embargo, Lan Zhan no habla. Una vez que Wei Ying encuentra el valor para levantar la vista, su propio jadeo roza las lágrimas que recorren las pálidas mejillas de Lan Zhan. Con la cabeza inclinada, se limita a aceptar las lágrimas, con los ojos cerrados y los brazos sujetando a Wei Ying con fuerza.

El Dr. X interviene, como es su propósito: "Wei Ying, ¿no se te ocurrió en el tiempo transcurrido desde que llegaste a su puerta, durante las muchas horas que pasaste temiendo el momento en que Lan Zhan dejara de quererte, que podría estar igual de aterrorizado de que lo dejaras?"

"Ridículo". A Wei Ying se le escapa un pensamiento singular: "Quiero decir, no".

Lan Zhan abre los ojos ante esto, atravesando a Wei Ying con su mirada, "Necesito a Wei Ying, te quiero. Para siempre. Solo a ti, que seas mío para siempre".

"¿Por qué esto te parece ridículo, Wei Ying?" El Dr. X. continúa.

Wei Ying no duda antes de responder con convicción: "Nadie me quiere, y menos para siempre".


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Finalmente Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora