LLUVIA DORADA

Tuve sexo con Derek

Conocía a Derek desde hacía mucho tiempo, pero nos involucramos sexualmente recientemente. Derek había sido heterosexual, incluso casado, y durante un mucho tiempo asumí que nuestra amistad siempre sería platónica.

Ni siquiera hablábamos del hecho de que yo era gay, aunque Derek era un chico inteligente y sabía que más o menos lo había descubierto. Pero nunca quiso sacar a relucir eso en una conversación, parecía ni siquiera querer discutir sobre eso, así que lo dejo de lado. Pensé, ¡Qué buena amistad!

No es que no tuviera mis fantasías sobre él. Derek tenia veinticinco, cuatro años mayor que yo, y aunque él no se considera guapo, siempre había pensado que era extremadamente atractivo.

Derek era un tipo grande, formado con más de los músculos necesarios para tener un buen cuerpo, con hombros anchos, piernas como tronco de árboles, abdomen duro y poseía los pies más grandes que había visto en un hombre. El usualmente usaba Adidas o Reeboks de gran tamaño y fácilmente podría haber pasado por un jugador de baloncesto. Siempre se las arregló para mantenerse en buen estado físico, a pesar de que no hacía ejercicio con regularidad y le gustaba demasiado de comida chatarra.

Una vez que el clima se volvió cálido, y el invierno había acabado, adquirió el hábito de correr en nada más que un par de pantalones cortos de gimnasia ajustados, y hubieras jurado que el tipo pasaba todo su tiempo libre haciendo abdominales y levantamiento de pesas. Supongo que tenía una buena herencia genética debido a que tenía un físico naturalmente atlético.

También tenía mucho pelo en el cuerpo, espeso y negro. En definitiva, era un buen espécimen, un verdadero galán. Así que, con el paso del tiempo, comencé a mostrarle mi cuerpo, al menos tanto como pude arreglármelas sin ser demasiado obvio. Cuando él venía a mi departamento me ocuparía de quedarme desnudo, o con pantalones muy pequeños y cortos, y un par de veces incluso me las arreglé para mostrarme cuando me estaba duchando, pues dejaba la puerta abierta con una nota diciéndole que fuera a mi cuarto a esperarme y luego regresaría, para que estuviera allí cuando yo saliera, desnudo y goteando agua. Parecía gustarle lo que vio, nunca quitó sus ojos de mí mientras me secaba y podía ver el bulto creciendo en su entrepierna, especialmente porque Derek nunca usó ropa interior o un suspensorio debajo de sus pantalones cortos. Pero nunca conté con que saliera nada.

El chico era heterosexual, ¿verdad?

Pero luego el matrimonio de Derek se vino abajo, de repente e inesperadamente, pasamos casi todas las noches juntos, bebiendo cerveza tras cerveza y lamentando el estado del mundo. Empezamos a hablar con más confianza y bueno, las cosas simplemente empezaron a suceder, nos calentamos, lo toqué, me besó, lloró, agarré su polla, gimió, tomé su cabello y me abrió para él.

Tuve sexo con Derek

Fue fenomenal.

Era como un niño con un juguete nuevo. Era como si fuera nacido para chupar pollas, y nunca vi a nadie gemir como lo hizo Derek cuando disparaba su carga en mi boca. Pero una vez que Derek descubrió dónde estaban sus verdaderos intereses, él no se detuvo con las cosas de vainilla como tantos otros chicos anteriormente heterosexuales. Derek tenía sus fetiches y sus lados pervertidos, y lo realmente bueno es que resultaron ser los mismos que los míos. Siempre comenzaba siendo un poco callado, reticente y tímido, pero para cuando acabáramos, seríamos como dos malditos animales.

Cuando Derek y yo nos juntábamos, no había límites.

Era un sábado de agosto, uno de esos abrasadores meses cuando tienes que levantarte temprano en la mañana y hace suficiente calor para sentir que es tarde y la sabana se te pega a la piel sudada y caliente.

Iba a ser mediodía cuando llamó Derek. —Oye, Stiles—dijo —si no tienes nada que hacer esta tarde, pensé que podrías venir. Necesito ayuda para mover algunas cosas, y tengo un paquete de doce cervezas en el refrigerador para que valga la pena. Pensé que podríamos perder el tiempo ... haciendo algo bueno, ya sabes.

—Claro, Derek, ¿Necesita mudarte? — pregunté.

—No. Lo que pasa es que tengo muchas cajas arriba en el armario del pasillo, en su mayoría libros, revistas, solo un montón de cosas pesadas que ocupan espacio, pero no me atrevo a tirarlos. Pensé que podríamos meterlos en el garaje, fuera del camino.

—No hay problema— respondí, —déjame tomar una ducha rápida y ponerme algo de ropa y estaré enseguida.

—¿De qué sirve tomar una ducha? — Preguntó Derek. —Hace calor como el infierno y no es mucho mejor aquí. Tuve que girar el aire acondicionado y lo tengo apagado ya que tengo que moverlo para sacar las cajas. Todo lo que tengo es un par de pantalones cortos y todavía estoy sudando como un puto cerdo. No te preocupes por la limpieza y no uses más de lo necesario. Solo trae tu trasero aquí. Siempre podemos bañarnos después de que terminemos.

—Bueno, está bien, Derek— dije —pero no me he duchado desde ayer por la mañana, el olor a mi desodorante casi se ha ido y mi piel está muy pegajosa, probablemente voy a apestar bastante para cuando hayamos terminado.

—Lo mismo aquí. Así que estamos empatados.