Capitulo 4.

7 1 0
                                    

Athena.


Ese chico que ahora me esta dando  consuelo y un abraso tan cálido, lleno de paz que se siente extraño y me da miedo, me aparto el nota la confusión en mi rostro nunca sentí esa sensación tranquilizante pero el problema esta en que no lo conozco, no me he acercado a chicos desde hace 6 meses, si,  aparte de mi desastre de vida anduve con alguien nos conocimos en  un grupo de rehabilitación no duramos mucho tiempo saliendo, ¿Por que? Porque al momento en que intento seducirme para tener sexo no lo deje, aun quedan traumas en mi por las veces que fui abusada,  intente abrir me  y compartir con mas personas y en vez de mejorar como persona empeore deje el curso de rehabilitación, mi vida tubo nuevamente una recaída tan fuerte que simplemente  volví a las drogas aunque estando en ese grupo consumía esas sustancias toxicas pero con menos frecuencia que ahora.

-Que tal si tomamos un Café cuando quieras- me dice el chico de ojos negros como la noche.

-No se tu nombre, y me estas invitando a un Café, muy clásico- 

-Perdón me llamo Tyrone, pensé que me reconocerías, actualmente todos saben quien soy por el catastrófico accidente que me paso, hasta en las noticias, periódicos y revistas paso y todos hablaban de el tema -

-¿Oh y que paso?- bueno creo que mi pregunta le incomodo y me auto felicito por arruinar el momento en que alguien después de tanto tiempo se acerca a mi ¡Bravo Athena!.

-Te cuento si me dices tu nombre y aceptas tomar el café- al parecer le gustan los retos.

-Esta bien, mi nombre es Athena, y acepto tomar el café- le dije.

Me sorprende porque acepte si mayormente no salgo ni nada por el estilo, entonces me acabo de dar cuenta de algo que un chico lindo me invito a salir, bueno no exageres Athena solo es un café y no una cita, no se que pasa que siento un nudo en la garganta y me hace recordar lo que me paso tiempo atrás y siento que voy a entrar en pánico, no quiero ilusionarme y sentirme muy mal nuevamente. Así que me pongo de pie porque estábamos sentados en la acera, mi casa no esta tan lejos me giro por donde vine, y noto la confusión en su cara así que tomo una respiración profunda y empiezo a correr y alejarme de allí.

-¡Espera¡- lo escucho gritar.

Así que acelero mi jornada, tropiezo con varias personas y lagrimas rodando mis mejillas, asi que doblo a un callejón que esta a 3 casas de la mía asi que cruzo un pequeño precipicio que da con un patio de alguna casa digamos que es un atajo para encontrarme en la parte trasera de mi casa. 

Respiro profundo mientras decido si prender o no el Blunt que tengo en mis manos o simplemente recordar el hermoso chico que me invito un café y casi entro en pánico huyendo de el, no me culpo simplemente me quito la mascara y no quiero hacer de su vida un desastres haciendo ver  debajo de mis lagrimas, y definitivamente mi decisión es encender el Blunt y dejar que me transporte.

<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<>>>>>>>>>>>>>>


Tyrone.

Ha pasado una semana, una semana en la cual no  he tenido sexo con ninguna chica, porque no logro sacar a una de mi cabeza, ella es tan cerrada, tan indescifrable a un  no entiendo porque salió corriendo, no quise asustarla por eso no la seguí, espera.... porque no dejo de pensar en ella, es muy bonita en su forma como su pelo negro y en las puntas color azul le queda tan bien, esos ojos azules claros, y realmente ver ese mar de lagrimas en donde se encontraba sumergida, me hace querer saber si se encuentra bien.  Procesando todo no entiendo porque pienso tanto en ella si no la conozco, además las chicas solo me interesan por ratos, pero es que veo algo tan diferente en ella.

-Creo que quizás me recuerdes- Escucho alguien hablar detrás de mi.

Dejo de respirar reconozco su voz, es una de las cuales me torturaron durante 5 días, los peores días de mi vida, me quedo frisado sin mover ni un musculo, creo que incluso mi corazón dejo de latir y mi cerebro no reacciona a mi petición de huir.

Así que siento que me empujan y caigo al suelo, la impotencia de no defenderme de el me aterra, me paralizó, estando en el piso y como siempre no puedo ver su rostro porque lleva pasamontañas, a su lado ahí dos personas mas de igual forma.

Se lanza hacia mi y me toma por el cuello haciéndome temblar, entonces entre los demás empiezan a golpearme murmurando cosas que no entiendo porque estoy concentrado en el dolor que recibe mi cuerpo, patadas, derechazos con manoplas, puedo saborear la sangre que deja mi nariz y labios, fue muy mala idea decidir salir de noche a fumar en un callejón.

El dolor es insoportable, debo de tener algunas costillas rotas, diversos morenotes, incluso dedos rotos, siento mucho dolor y me siento traumatizado porque nuevamente nadie podrá ayudarme.

Entonces uno de ellos saca una pistola, mi mundo se detiene en ese mismo instante cuando aprieta el gatillo, siento el impacto en mi muslo derecho. 

-Entiende que aun no te dejaremos hasta que tengamos lo que te pedimos-. No se quien lo dijo y no me importa.

Dolor y Olor a sangre es lo que puedo percibir, y entonces así es como se siente un disparo, sentir la sangre salir de tu cuerpo, una herida ardiente, se siente una  presión muy fuerte en el lugar donde te dispararon y puedes sentir que sale sangre tibia, no quiero tocarme la herida.

-Ayuda- Empiezo a gritar con la ultima fuerza que queda de mi.


Llego mi hora y me alegro, se acabara el sufrimiento y el dolor, pero no quiero irme si que esas personas no puedan hacer un daño mas, pero de veras que en mi condición no puedo hacer nada.

El dolor persiste, y cada vez voy perdiendo la conciencia, poco a poco voy muriendo, sintiendo mi respiración demasiado pesada incluso mi corazón late muy lento, me estoy rindiendo. Así que 2 minutos después todo se vuelve una profunda oscuridad, lo logre.

<<>>>>>>>>>>>>>>>

Hola que tal?

Besos, este capitulo va dedicado a mi Mami Juana Polanco, Te amo aunque no estés.


Detras de las Mascaras y debajo de las lagrimas. [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora