Pᴇʟɪɢʀᴏsᴀ Aᴛʀᴀᴄᴄɪᴏ́ɴ ↬ᵞᵒᵒᶰˢᵉᵒᵏ

01 | El inicio del caos.

Una nueva estación estaba presente en Daegu, el otoño añorado estaba presente por toda la ciudad. Las hojas secas se caían poco a poco, siendo esparcidas por todas las calles, dejando una buena visión de ellas para las personas y sin duda una de disgusto para el joven hombre qué pasó sobre ellas con fastidio.

El odiaba el otoño, odiaba el ruido de las hojas secas al ser aplastadas por sus caros zapatos de charol, odiaba su olor, odiaba todo sobre esa estación. Le recordaba a su miserable pasado. Su mirada en todo momento firme y sin quitar la vista de su camino consiguió llegar a su ansiado destino. Las miradas no sé inmutaron en ser discretas, murmullos indagaron por su entorno.

"Dicen que es el prometido de Agust D"

Le gustaría confirmar cada rumor de él y su famosa pareja, pero hay algo que le gustaba a su lindo hombre y eso era mantener sus identidades en secreto. Observó en breve su lindo Rolex que marcaban con exactitud las ocho de la noche, una magnífica hora para empezar con algo ligero. Su presencia estaba hecha en un club de alto prestigio que la ciudad de Daegu podía ofrecer, personas de estatus social estaban ahí. Algo repulsivo ante él.

"La misma gente mierda de siempre"

Es algo aburrido para sus gustos confortables incluso no podría hacer mucho ahora. Esta ciudad era un poco desconocida para él, no sabría dónde buscar un antro de primera. Sentado frente a la barra miraba fijamente el anillo sobre su dedo anular, uno bañado en plata con un pequeño diamante incrustado. Se lo quitó de manera brusca y lo guardó sobre su bolsillo.

Habían pasado unos largos minutos y su cuerpo había digerido un par de tragos de Vodka que de a poco le hicieron sentir mareado. Tenía poco aguante cuanto al alcohol se trataba. No le importaba, porque no hallaba una buena manera de dejar de pensar en los malditos problemas criminalista que tenía que cargar.

En el quinto trago no pudo sentir el ardor en su garganta, pero su cabeza estaba apunto de explotar, había grandes posibilidades de que Yoongi terminará enojado con él por llegar en un mal estado, simplemente el pálido odiaba verlo borracho y con el repugnante olor al alcohol .

─Necesito otro

Dirigió el pequeño vaso de vidrio de vuelta a la barra, el bartender lo miró sin ningún tipo de interés antes de darle otro vaso del liquido transparente. El gustoso lo tomó para después tomarlo con facilidad, con tan solo dos tragos más perdería la noción clara de sus sentidos.

─Es el lugar en donde menos espere verte. Mírate, eres un desastre.

La gruesa voz de un hombre detrás suyo lo hizo tensar su cuerpo. Sabía quién era, tanto tiempo yendo en contra sobre su territorio y jugando a cazar al ratón lo hacían reconocer esa voz tan profunda que era caracterizada por ese maldito hombre.

No cabe duda que algo no iba a salir del todo bien esa noche, lo presentía.

Le dio la cara al enemigo, vestido de negro, cabello resplandeciente, alto y con una sonrisa cuadrada, le daban su gran toque encantador. Sonrió con amargura antes de arquear una ceja, el hombre le sonrió de forma divertida, sin duda esa sonrisa era señal de que algo iba acabar mal, demasiado mal.

─Muy mi problema, no te incumbe ─Respondió secamente.

Y aún así, le dió una iniciativa de seguir en el mismo espacio. Entonces culpo al alcohol.

Kim Taehyung, era posiblemente la persona que más odio le tenía a Min, siempre actuaba de manera apresurada para cualquier cosa, para Agust D era un simple estorbo. Ante toda la mafia hay reglas que se tienen que seguir al pie de la letra, rompiendo alguna significaba una guerra y en las guerras solo existía un vencedor.

Pero Park Jimin no sabía de ello, no estaba lidiado con temas que no le corresponden, él simplemente era como un objeto que Min usaba a su antojo, no tenía poder sobre ese hombre y eso le molestaba.

─No deberías tomar de esa forma, no luce bien en un hombre apuesto como tú. ─Habló segundos después, tomando un sorbo de su whisky.

Jimin sonrió negando.

—Solo quiero olvidar por un momento mis recuerdos quiero ahogarlos un poco.

─Entonces déjame invitarte un trago, quizás este te ayude ahogar uno ¿Qué dices? ─ Tocó con la punta de su dedo índice su labio superior─Esta vez como amigos, solo por hoy.

─¿Qué clase de recuerdo? ─Jimin lo miró incrédulo ante su invitación.

Taehyung se acercó hasta el punto donde el contrario sintió su aliento chocar sobre su cuello.

─Uno llamado Agust D ─Susurró

Jimin se arrepentiría de ello, quizás si o quizás no, es algo imprescindible. Pero lo que todo el mundo sabía era lo cruel e inhumano que era el jefe de la mafia más grande de Corea. Simplemente Park estaba inducido en el alcohol, no tuvo intenciones de hacerlo que decidió recrear el recuerdo una vez más y ahora estando sobrio.

No sabía que eso sería el caos total, no sabía de la traición que había cometido del golpe en el orgullo de su pareja.

Kim Taehyung rompió la primera regla de la mafia sin mucha importancia, sin detenerse a pensar en lo que venía.

Park Jimin Y Kim Taehyung rompieron las reglas.

"No desear algún familiar del enemigo"

"No traicionar"

Así que ahora solo quedaba enfrentar a las llamas en las que ellos mismos han prolongado. Después de todo, uno tendría que quemarse.

O ambos.

️Capítulo editado⚠️

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