1.- El líder de los Necrofagos

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Nacer y desilusionar a tus padres por lo que eres y no puedes cambiar, es la demostración más cruel que el destino puede hacer frente a ti. Y cuando el plan de escape hacia una salida viable es la falsedad de ver frente al espejo a alguien que realmente no eres ¿Preferirías seguir encerrado?

(T/N), el actual líder de los llamados "Necrófagos" fue acostumbrado desde pequeño a ser alguien que no era, con el único propósito de satisfacer los deseos de sus padres y convertirse en un líder que mantenga bajo su control el distrito 19. Y aún después de la muerte de sus progenitores él siguió cumpliendo con sus deseos.

—Jefe, son ellos nuevamente— dice un chico de apariencia ruda dejando a los pies de su superior a un grupo de ghouls que habían llegado con la intención de retar a su grupo

—Son una molestia

La figura de un chico encapuchado se hizo presente a través de las sombras mientras se acercaba a su subordinado.

—Ese tal Aogiri cada vez me fastidia más.

El joven con la voz más fina del grupo se descubrió el rostro que estaba siendo cubierto por la oscuridad que le brindaba su capucha, dirigió su mirada hacia sus subordinados y luego hacia el grupo de intrusos que lo miraban mal.

—Me he cansado de decir que los Necrófagos nunca se unirán a ésa estúpida organización que se hace llamar Árbol Aogiri ¿Comprenden?

—El Rey de un ojo no hace sugerencias o invitaciones cordiales— dice con la respiración entrecortada y la mirada perturbada, sin poder ver con claridad a quien tenía enfrente por las heridas de sus ojos —si él desea hacerse con el control de éste distrito lo hará y ustedes morirán por tontos.

—Ajá— respira profundo —escucha amigo, pensaba enviarte de regreso con un pequeño mensaje para tu líder, rey o lo que sea, pero como tú y los de tu clase me desagradan tanto no saldrás de aquí con tu grupo tan felizmente— mira a sus subordinados —son libres de hacer lo que quieran con ellos— da media vuelta.

—No te salvarás. Esta vez fuimos nosotros, pero cuando envíen a los grandes líderes a obligarte a unirte no tendrás escapatoria.

El chico lo mira por encima del hombro y sonríe de medio lado.

—Espero que ellos si logren llegar a mí con su dentadura intacta— continúa con su camino.

No era la última vez que el Aogiri los buscaría, eso (T/N) lo sabía. Su actitud de completa autoconfianza era una faceta, él estaba alerta, sabiendo que enemigos peligrosos de ésa organización lo buscarían tarde o temprano.

Al adentrarse en su barrio y más precisamente en su casa se encontró con un compañero esperándolo.

—¿Listo el trabajo?

—Así es, a deferencia de ti yo sí trabajo.

—Venga (T/N), no me trates como a un flojo.

—Es lo que eres ¿No?— se quita la chaqueta y se sienta junto a su amigo.

—¿Qué fue esta vez? Te veo de mal humor.

—El Aogiri, otra vez— suspira —desde que ése nombre se hizo conocido entre ghouls, humanos y palomas me dio mala espina.

—¿Estás preocupado?— Ríe —eso es raro.

—¡Cállate Ryu!— Desordena su cabello con frustración —esos idiotas no son cualquier cosa.

—Para que lo digas tú así debe ser, pero estamos preparados para la batalla, sé que no quieres que ésos tipos se apropien del distrito.

—No lo harán— se levanta —iré a darme una ducha y luego entrenaré. Tú ve a hacer algo útil con tu vida.

A TRAVÉS DE MÍ (Kaneki y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora