A TRAVÉS DE MÍ (Kaneki y tú)

6.- Descubierta

Baja las escaleras —Buenos días ¿Eh?

—Sh... No hagas mucho ruido Hinami, está dormido— dice (T/N) señalando a Kaneki dormido en el sofá.

—¿Estuviste despierto hasta ahora?

—Algo así, la verdad es que estuvimos jugando hasta tarde y él se quedó dormido antes que yo.

—Mi habitación está disponible si quieres dormir (T/N)— dice Hinami apenada por el desvelo de (T/N).

—No te preocupes Hinami, lo que si quisiera saber es ¿dónde está el baño?

—Al final de este pasillo— señala — ¿Quieres que te acompañe?

Niega con la cabeza —descuida Hinami, gracias— camina hasta el baño.

Mira alrededor —recogeré un poco antes que mi hermanito despierte—empieza a levantar unas cosas del suelo pero en eso un objeto se le cayó accidentalmente haciendo algo de ruido causando que Kaneki despertara.

Bosteza mientras abre los ojos —buenos días Hinami.

—¡Hermanito! Lo siento no era mi intención despertarte.

—Descuida, ¿Qué hora es?

—Son alrededor de las 10 de la mañana

—Ya veo— se levanta —iré al baño—camina en dirección al baño.

—De acuerdo hermanito— continúa ordenando hasta que recuerda que (T/N) segundos antes también había ido al baño —cierto, hermanito—busca con la mirada a Kaneki pero este ya se había ido —supongo que no importa.

Kaneki caminó hasta llegar a la puerta del baño y al estar a punto de abrirla, alguien más salió.

—Hey Ojo parchado, despertaste.

—Creí que ya te habías ido (T/N).

—Que sutil manera de correrme, descuida ya me voy— pasa por un lado del albino —hasta luego— le sonríe de medio lado y avanza.

—¿Ya te vas (T/N)?— pregunta Hinami al ver a (T/N).

—Si Hinami, nos vemos, prometo venir pronto— posó su mano en la cabeza de la menor y revolvió sus cabellos como gesto de cariño —adiós— sonríe a boca cerrada y sale del lugar.

La relajación que se sintió la noche anterior en horas de la madrugada de la nada empezó a disminuir; Kaneki lentamente regresó a su estado emocional común, seriedad en el semblante y pensamientos estrictos y calculados, su mente nuevamente se centró en lo que debía averiguar: Rize, tenía deseos de verla y sacar todas las palabras que lo carcomían por dentro, expresar como se sentía y muchas cosas más, por lo que cuando se le hizo la hora adecuada fue hablar con Yomo y de ésa manera pudo ver a Rize, sin embargo no fue el reencuentro que idealizo muchas veces, ella ni siquiera pudo reconocerlo en el estado que estaba, retorciéndose en el piso por un pedazo de carne y suplicando por más, verla así lo hizo sentir vacío, no pudo decirle todo lo que vivió, contarle que a pesar de todo no llegó a odiarla, nunca lo hizo. La Rize que tuvo en mente tanto tiempo se había desvanecido, eso implicaba que la fuerza que creyó ganar por haberla devorado tampoco existía, eso lo convertía en un simple humano más, sólo Kaneki Ken, y aunque Yomo intentó hacerle ver lo contrario y darle a entender que él siempre ha peleado con su propia fuerza los sentimientos de insuficiencia y decepción no desaparecían, necesitaba desahogarse de otra forma y tal vez, muy posiblemente con otra persona. Sin darse cuenta sus pies lo llevaron hasta el distrito 19, quizás era tonto, pero lo primero que apareció en su cabeza después de aquella desagradable visita, fue que el líder de los Necrófagos podía levantarle el ánimo; lo hizo en veces anteriores ¿Que le podría impedir hacerlo ahora?